El fútbol es un juego -y un negocio- de hombres. Eso nos han enseñado durante décadas y eso llevamos años desmontando. En este largo camino de estereotipos, techos de césped, despachos con corbatas y canchas pobladas de insultos machistas, algunas mujeres se han atrevido a desafiar el orden establecido e imponer su experiencia, su talento, sus conocimientos y su destreza para tomar lo que les correspondía.
En lo que nos ocupa, hemos escrito ríos de tinta sobre las mujeres futbolistas. Hoy vamos más allá: Patricia Rodríguez Barrios (San Sebastián, 1982) es un referente de los que no se exponen, de los que permanecen lejos de las cámaras y los terrenos de juego, y también de los que ocupan titulares en prensa por excepción. Fue Directora Económica del Eibar, dos años después su Gerente, Vicepresidenta de LaLiga y ahora Directora General del Elche. Es una mujer en un mundo de hombres, pero no es la única. Cada vez hay más. Y de eso va esta entrevista.
De Teresa Rivero diciendo que visitaba el vestuario con los jugadores en calzoncillos porque eran como sus hijos a Marina Granovskaia rompiendo el mercado con la gestión del Chelsea hay 25 años de historia en los que la mujer en el fútbol ha pasado de firmar lo que le mandan –así lo reconoció la ex presidenta del Rayo Vallecano en el juicio por la gestión económica del club- a una autonomía y una capacidad de gestión que rompen moldes. ¿Qué ha cambiado en el fútbol y en la sociedad en los últimos años?
Me encantaría darte la razón, pero hoy en día aún hay casos como el de Teresa Rivero, tanto en el punto de tratar a los jugadores como a hijos como en el de firmar lo que le mandan. Afortunadamente, estamos en una línea de cambios que vienen de un punto de inflexión relativamente cercano en el tiempo, unos cinco años, no solo en el fútbol, también en la sociedad. Pero aún hay que dar un paso más.
Tenemos muchos mandos intermedios en los clubes de fútbol, responsables de marketing, directoras de Fundación, etc, en los que hay cada vez más mujeres y existe un equilibrio que antes no había, pero hay que dar un empujón adicional para que las mujeres lleguen a los sitios donde se toman las decisiones y percibamos un cambio real, que deje de ser noticia que una mujer ocupe un despacho importante. Ese será el momento en el que realmente haya igualdad, cuando el titular no sea que una mujer ocupa un puesto de liderazgo, cuando haya tantas mujeres equivocándose como hombres, que parece que siempre tenemos que demostrar mucho más que los hombres para llegar ahí y no tenemos derecho a equivocarnos también.
La FIFA, en su Comisión de Reformas de 2015, habló de la importancia de romper el techo de césped y darle a la mujer puestos de dirección. Se hablaba entonces de que el fútbol encontraría ventajas inconmensurables con la mejora del equilibrio de género. Desde dentro, ¿se siente ese respaldo institucional cinco años después?
Coincido plenamente con esa mejora. Al final, existe una diversidad en las opiniones que aportamos hombres y mujeres. Somos distintos y aportamos cosas distintas que son absolutamente necesarias. La sociedad es un 50% de mujeres y un 50% de hombres, hace falta esa representatividad en los diferentes órganos y ámbitos de la vida. Y sí que siento que desde las instituciones se está dando un respaldo para facilitar medios que nos lleven a la equidad.
Ahora hace falta ir un poco más allá y que los clubes también se perciba y se actúe en esa misma línea. En LaLiga, por ejemplo, cada vez hay más mujeres en puestos de mucha decisión y de mucho peso, como por ejemplo en la Asesoría Jurídica, que es una de las patas más importantes con todos los conflictos y disputas que hay, y está dirigida por una mujer. Hay un cambio. En FIFA también hay mujeres en puestos muy importantes y con un background espectacular, pero hace falta ese paso adicional en los clubes para que exista una representatividad plena.
El porcentaje de mujeres en puestos altos de gestión a nivel mundial sigue siendo muy bajo ocupan más bien puestos intermedios y, sin embargo, en España, cada vez vemos más mujeres en puestos de dirección. ¿Está viniendo una revolución?
Sin duda. Y es una consecuencia de todos los movimientos sociales que ha habido en los dos o tres últimos años. No va quizás tan rápido como nos gustaría, pero tengo la esperanza de que en un corto espacio de tiempo se pueda ver ese cambio.
Para mí, hay algo muy importante: si no ves algo, si no lo piensas, si no lo sientes como normal, crees que no existe.
Por eso es imprescindible que las futuras generaciones que están ahora estudiando, en el colegio, en el instituto, que están empezando a pensar a qué se quieren dedicar cuando sean mayores, tengan el ejemplo de mujeres que están tomando decisiones en estos ámbitos, que ocupan puestos de dirección en el fútbol, y que por supuesto ellas también van a poder llegar. al igual que lo hacíamos en el terreno de juego, que muchas niñas de nuestra época han tenido que verse reflejadas en futbolistas masculinos y no tenían la posibilidad de elegir que podían parecerse a una jugadora porque no se le daba eco ni protagonismo en medios de comunicación. Ahora ya tenemos referentes reales, futbolistas reales que son en quien se miran esas niñas que quieren ser futbolistas mañana, porque el fútbol femenino está ocupando el espacio que debe tener. Y lo mismo debe pasar en los puestos de gestión. Las niñas tienen que ver que se puede llegar, que ya hay mujeres en esos puestos, y que si quieren también podrán dedicarse a ello.
Con apenas 38 años -a parte de su experiencia profesional en otros campos- ya ha pasado por la gestión de dos clubes: Eibar y Elche. En el Eibar toma la dirección económica mientras otra mujer, Amaia Gorostiza, es Presidenta. Entre las dos realizan un modelo de gestión que se estudia en Universidades como IESE.
El fútbol masculino es un gigante económico en el que los clubes pequeños hacen piruetas para mantenerse, el éxito que precede a clubes como Leganés o Eibar que han tenido mujeres en esa toma de decisiones deja entrever que un pensamiento fuera de los cánones tradicionalmente establecidos funciona mejor. ¿Ven las mujeres cosas en las que los hombres no se fijan para cambiarlas?
Creo que no es tanto lo que vemos unas u otros si no el equilibrio. Ahí está el éxito. Lo hemos visto también en la gestión de la pandemia en diferentes países. Hombres y mujeres aportamos cosas distintas y ahí está la clave, en la riqueza y la diversidad de opiniones y puntos de vista que es lo que, al final, te lleva a escuchar más, a tener en cuenta otras visiones y no acelerar la toma de decisiones, te da esa posibilidad de pensar más allá del corto plazo. Con toda esa información se toman decisiones mucho más meditadas y eso permite evitar el riesgo de una posible equivocación.
¿Es más fácil gestionar números que jugadores?
No son números o jugadores, al final gestionamos personas. Y eso es lo más difícil del mundo porque no son cosas estáticas, entran muchos factores a tener en cuenta. Pero también es mucho más enriquecedor a nivel personal: hay opiniones, relaciones, una parte más humana e irracional que también da muchas alegrías. Y lo más importante en los clubes de fútbol son esas personas y ese talento, que es en lo que tenemos que centrarnos y lo que hay que cuidar. Obviamente hay una parte económica que tiene que estar saneada y solventada, pero los éxitos y la alegría vienen siempre de la parte humana.
Toda esta actividad la compagina, primero, como CEO en LaLiga y después como Vicepresidenta segunda de la misma. Otro techo de cristal hecho añicos.
Estuve como Vicepresidenta de Segunda División hasta el ascenso a Primera, y también fui miembro de la Comisión Delegada en mi paso por el Eibar. Estar ahí te permite estar en conocimiento continuo y pleno de la estrategia que está llevando LaLiga que aporta mucho al trabajo, al crecimiento y desarrollo profesional, y para estar al día en lo que se está haciendo en el sector y también como Liga.
Acceder a la Vicepresidencia causó mucho impacto mediático porque era la primera mujer que accedía a ese puesto, pero fui más impulsada por mis compañeros que por mí misma, y ese respaldo y la confianza de los compañeros de otros clubes que me dieron el empujón que me faltaba para tomar el puesto y la responsabilidad. Y siempre estaré agradecida por poder desempeñar mi labor en ese tiempo.
Cuando llegó al Elche, se encontró a un equipo femenino en Primera Nacional, no se pudo clasificar para la creación de Reto Iberdrola, y este año lideran el grupo 7 con dos partidos empatados y siete victorias. El ascenso parece el objetivo.
Estamos muy contentos con el equipo. El año pasado hicimos una buena temporada, estuvimos peleando en los puestos de arriba y el equipo jugaba y competía bien. Este año están haciendo una temporada sensacional, aunque es una temporada rara, sin público y con todas las condiciones de la pandemia, pero vamos paso a paso y creyendo en el equipo. Ya habrá tiempo más delante de valorar los objetivos y ver si hay que modificarlos o no.
Uno de los retos a los que se enfrenta el fútbol femenino en 2021 es la profesionalización de la Primera Iberdrola. Desde su experiencia como Vicepresidenta segunda de la Liga Profesional de Fútbol Española, ¿cree que está preparada la competición para la responsabilidad de ser profesional?
Personalmente, creo que sí. El trabajo de los últimos años en Primera Iberdrola ha sido muy importante y ha sido a su vez un espejo de lo que ha sucedido en muchos aspectos en el deporte femenino y en la sociedad española.
La evolución del fútbol femenino en los últimos cinco-seis años ha sido increíble, y se ha trabajado mucho por detrás, avanzando en pequeños aspectos como la compra de espacios en medios de comunicación, que sigue siendo increíble que haya que pagar para que los grandes medios de comunicación publiquen noticias, pero que en el fútbol femenino ha tenido que ser así, como hemos visto con el patrocinio de Iberdrola, y es algo importantísimo. Si no lo vemos, si no se habla, no existe.
Ahora hemos llegado a un punto en el que ya no hace falta pagar a los medios para que informen, a día de hoy los informativos de las cadenas ya hablan con naturalidad de fútbol femenino, no con tanto tiempo de exposición como del masculino, pero se habla. Esto antes no pasaba salvo que la Selección Española lograse un título o consiguieran un hito súper histórico. Ahora es natural, no es noticia. Y todo lo que se ha venido haciendo en otras parcelas, los contratos del marco legal, la negociación del Convenio, el hecho de que las jugadoras tengan organismos que las amparen y miren por su bien y su futuro, la duración de los contratos… todo eso tiene que verse reflejado ahora en ese cambio y en esa consideración de Liga Profesional.
Y no podemos olvidar que todo esto viene del daño que se hizo al fútbol femenino en la pandemia. Que el fútbol femenino español tuviera que parar la competición y terminarla de una manera distinta a la masculina es lo que ha hecho que nos sonrojemos y que nos demos cuenta de que esto tiene que cambiar y tienen que tener el mismo trato. No hay mal que por bien no venga.
El Reto es mayormente económico. Una liga profesional requiere una inversión alta por parte de los clubes, hay que pagar en consonancia con esa profesionalidad, también hay que elevar el número de ingresos para hacer más rentables las secciones y la propia competición. Como experta en gestión económica y deportiva, ¿cree que se conseguirá a corto y medio plazo ese objetivo?
Para recoger siempre hay que sembrar. Lo primero es invertir y ya recogeremos los frutos. Pero esto que genera tanta incertidumbre y tanto debate entorno a la rentabilidad del fútbol femenino es lo mismo que sucedió en su momento con el fútbol masculino. Si lo pensamos fríamente, hace diez años había muchísimos clubes masculinos en concurso de acreedores. ¿Hay algo menos rentable que estar en concurso de acreedores? No conozco a ningún club, ya sea solo femenino o que tenga una sección de fútbol femenino que haya entrado en una situación parecida por el equipo femenino.
Lo normal ahora es invertir para después poder recoger cuando llegue el momento. Y estoy convencida de que llegará, porque además lo estamos viendo en los patrocinadores: muchos patrocinadores te preguntan por el fútbol femenino porque quieren transmitir otro mensaje, porque quieren posicionarse de una forma distinta a la habitual, porque los perfiles de las jugadoras están más alineados con las ideas que quieren transmitir a su público objetivo… El propósito del patrocinio también importa. Y el fútbol femenino representa y transmite unos valores puros, de lucha, de solidaridad, de conciencia social, que a los patrocinadores les interesa amparar desde su marca.
Y ya finalmente, desde Futboleras siempre hemos animado a las ex jugadoras a romper el techo de césped del fútbol femenino porque creemos que es bueno que haya mujeres que conocen el fútbol a la hora de cambiarlo desde dentro, pero, viendo ejemplos como el suyo, Amaia Gorostiza, María Victoria Pavón… ¿es hora de dejar de diferenciar entre fútbol masculino y femenino y que las mujeres tomen los puestos que merecen por estudios y experiencia en cualquiera de los dos?
Sin ninguna duda. Yo, por ejemplo, hablo de fútbol. Y si tengo que decir femenino, digo también masculino, porque si hay que poner un apellido lo tendremos que llevar todos o ninguno. Hay que hablar de fútbol, en general, y sin diferenciar. Ese es el único camino a seguir.