La entrenadora del Olympia Las Rozas cambio la Primera División para iniciar su propio proyecto deportivo en Regional Preferente
Habrá quien considere como un riesgo excesivo descender cuatro categorías de golpe. De la élite que supone estar en Primera División al barro con el que se pueda definir las categorías regionales de nuestro fútbol. De gestionar un vestuario como el del Real Madrid a iniciar una nueva etapa en la Regional Preferente madrileña.
Pero a veces la vida está hecha para personas valientes y atrevida. Esta decisión de dar el paso fue la que tomó hace ya cuatro años Lydia Vizcaíno (Madrid, 1997) para emprender su nuevo camino en el CFF Olympia Las Rozas, por aquel entonces en la primera división autonómica de la Comunidad de Madrid. Cuatro temporadas más adelante, el club madrileño exhibe músculo deportivo y se postula a ser serio candidato al ascenso a Segunda RFEF, tras tres campañas de coquetear con las posiciones más elevadas de Tercera RFEF.
Junto a la entrenadora madrileña, en Futboleras conocemos su ya más que consolidada etapa en el Olympia Las Rozas, su perfil joven al frente de un banquillo y reflexiones futbolísticas.
¿Qué tal, Lydia? Imagino que, a estas alturas de temporada, es sencillo catalogar el tramo final de temporada de ilusionante, pero en Las Rozas se mantiene intacta tal ilusión desde la llegada de Lydia Vizcaíno.
Afrontamos el tramo final de liga con toda la ilusión posible y una motivación máxima por parte de jugadoras y cuerpo técnico. Todas estamos comprometidas con el objetivo que nos planteamos a principio de temporada, que era el ansiado ascenso que fijamos hace ya un par de años.
Al crecimiento y aprendizaje profesional que pueda tener una entrenadora joven como pueda ser su caso, se le suma el éxito deportivo.
Llevo ya 4 años en el Olympia, sumado a mi experiencia anterior en Segunda División B y el Real Madrid, y cada año se aprende de todo el mundo. Cada año es de sumar aprendizajes y este curso se mantiene igual. Se debe dar importancia al proceso, porque es muy bonito disfrutar del camino, del día a día.
Qué importante es disfrutar siempre de cada temporada. ¿Ha ocurrido siempre así en estos cuatro años?
Estoy muy agradecida a la directiva del Olympia, porque cada año se ha confiado en dar un paso adelante en el proyecto. Quizá no somos el mejor equipo de la categoría, pero la evolución del grupo sí nos ha hecho luchar por lo que se está luchando. Desde Preferente, siempre hemos dado un paso nuevo hacia delante.
¿En qué momento vio que era el año de volver a asumir el reto de recuperar un proyecto propio como primera entrenadora?
En Primera División adquirí un bagaje importante en un club con el nombre que tiene el Real Madrid. A raíz de sumar experiencia en esos dos años como segunda entrenadora decidí dar el paso de buscar nuevos retos como primera entrenadora y es con lo que más me siento identificada.
¿Empezar en categoría regional y hacer muy a su medida el proyecto hace que le dé aún más valor?
Cuando tomé la decisión de bajar tres o cuatro categorías más abajo, hubieron compañeros que no lo podían entender...yo he llegado muy joven al fútbol profesional y creo que es importante darse cuenta que desde el barro también se puede aprender mucho, con directivas muy cercanas y me ha ayudado a crecer, con un proyecto hecho a mi medida y muy a mi gusto.
¿Había plena confianza en Lydia Vizcaíno desde un primer momento? A veces la juventud de una entrenadora puede generar dudas en las Juntas Directivas.
Da igual el género o la edad, lo más importante es la capacidad de cada profesional que se dedica al mundo del deporte. Esa es la mayor fortaleza que los entrenadores podemos tener. Cuanto más arraigado se tenga la evolución de una temporada, también ayudará a tener mayor respeto y la experiencia es un grado.
¿Por qué se caracteriza el Olympia Las Rozas Lydia Vizcaíno 2023 – 2024?
La mezcla de veteranía y juventud es una de las claves que genera un vestuario compacto. Ese valor humano hace que todas nos fijemos un mismo objetivo y nos identifiquemos las unas con las otras. Esa unión es nuestra mayor fortaleza. Está claro que a todas las jugadoras no se les puede tratar igual, porque cada una tiene su ego y se debe saber tratar. También la condición física de cada una. Eso sí, nos caracteriza ser un equipo muy competitivo.
¿Ha empezado a contemplar que se puede decidir la liga en algún momento?
A día de hoy no veo la clasificación. Yo sé las jornadas que restan, pero cada una la ve y la afronto de manera individual. Se debe ir a luchar por la victoria cada jornada, independientemente del rival.
En Madrid se habla muy bien de la notable salud deportiva a nivel amateur, pero el fútbol base madrileño goza de un increíble estado de forma.
Conocer el fútbol base te permite tener un mercado más amplio y también poder incorporar talento que nos permite dar un salto de calidad a las plantillas. Estar trabajando en la RFEF también te permite tener un abanico más amplio a nivel nacional y es importante conocer todas las generaciones de cada categoría.
¿Le fortalecen los halagados y felicitaciones?
Si algo he aprendido del fútbol es que da igual lo que hagas durante la semana porque los momentos de felicidad se deben disfrutar en el mismo día. Tanto las cosas buenas como las malas se acaban y se debe buscar un equilibrio durante toda la temporada. Todo tiene su caducidad, tanto la parte positiva como la negativa. Siempre se debe creer en el trabajo de uno mismo.
