La fácil accesibilidad con la que
contábamos cuando esto empezó parecía que iba a ser una de las grandes
perjudicadas para cuando se profesionalizara. Todavía estamos en proceso de
profesionalización y la lejanía es un hecho.
No, no venimos a hablar de la
selección ni del compromiso internacional de las jugadoras elegidas. El
compromiso, por otro lado, brilla por su ausencia. Todavía no sabemos muy bien
cómo llevarnos con esta nueva temporada. Está siendo, de lejos, la más lejana y
permítannos las redundancias.
Estamos viendo como los
aficionados, los medios y demás interesados en esto se enteran de lo que está
pasando dentro del campo días después y, a veces, con suerte a través de un
tuit que nunca suele ser del perfil oficial del equipo.
Porque está claro que la accesibilidad con la que contábamos cuando esto empezó iba a ser una de las pérdidas pero a favor de su crecimiento. No nos podemos quejar. Y lo aceptamos, lo aceptamos por el bien de todas. Porque con eso, conseguiríamos convertirlas en referentes.
Pero lo que no aceptamos es la
falta de información. Son cosas distintas. Son cosas que nos alejan pero que
nos hacen falta y que también habíamos conseguido porque así también
conseguimos convertirlas en referentes. No hablamos de temas de derechos
audiovisuales y otras burocracias de las que no tenemos potestad porque siguen
bloqueadas hasta a saber cuándo, de eso solo los ‘Daríos’ sabrán.
De lo que estamos hablando es de
lo que habían conseguido jugadoras y algunos clubes haciéndonos llegar
contenido e información de calidad, claro y cercano. Sobre todo, cercano. Una
característica muy distinta a lo que nos había acostumbrado el fútbol
masculino. Las jugadoras reaccionaban, comentaban publicaciones, interactuaban
con todo el fandom. Cuando la profesionalización empezaba a dejarse ver, los clubes comenzaron a tomar poder y
establecer políticas para que entrevistar a jugadoras o acceder a los campos
fuera un proceso protocolario, frío y pactado, algo a lo que no estábamos
acostumbrados. Y lo aceptamos, también, claro porque queríamos seguir viéndolas
a pesar de las dificultades, queríamos que las trataran como referentes.
Rosa Márquez se marcha lesionada del último partido de Primera Iberdrola | Vía La Liga
Ahora nos ofrecen entrenamientos,
videos inside, eventos con patrocinadores… lo aceptamos pese a ser algo más que
pactado y lo más lejano de lo natural, pese a esta cercanía que nos aleja. Pero
hay algo a lo que no accedemos: la falta de información importante. No puede
ser. Puede que sea estratégico, y claro que cuesta dar una mala noticia y más
en una temporada crucial, pero que se tenga que conocer por medio de la propia
jugadora o por un tuit o lo que es peor, por medio del seleccionador tres días
después de haber leído que “se retiraba en camilla” por redes sociales, acaba
resultando completa y rotundamente contraproducente pues la sensación que
percibimos es de desprotección y de descuido hacia los aficionados y por
consecuente hacia la propia jugadora.
No caigamos en la trampa de los
referentes mal. Venimos viendo desde tiempo atrás que no es bueno, que no
acerca y lo tenemos todos los días en la televisión con el fútbol masculino. No
caigamos en la trampa de la lejanía, en ocultar información que puede
interesar, que pueda atraer, acercar y ayudar, información y comunicados que
puedan eliminar barreras y que sirvan para convertirlas en referentes bien
porque es lo que son y es lo que merecen y que todos los demás, con el panorama
que tenemos, necesitamos.