Desde Futboleras, siempre hemos defendido que la voz sea de las protagonistas. Para ello, darles un micrófono o unas líneas es fundamental, y así hemos disfrutado de entrevistas a jugadoras, cuerpo técnico y representantes de los clubes de Primera, Reto y Nacional. También hemos querido escuchar a la afición, a las peñas que aman este deporte y que se desplazan cada fin de semana –cuando existe normalidad- para mostrar su apoyo a las profesionales.
Sin embargo, esto no siempre es posible. A veces, dar la palabra a las jugadoras es complicado, incluso peligroso. Lo sabemos nosotros y lo saben el resto de medios. Hoy, un día en teoría festivo, en el que deberíamos estar hablando de fútbol, tenemos que denunciar la situación del Rayo Femenino. Lo hacemos por justicia, por dignidad y por fe en que las cosas cambien. Y lo hacemos de la mano de Matagigantes, el medio que da voz a sus jugadoras, el medio que defiende la franja fuera del campo ante las viles y perjudiciales artes de un consejo de administración que maltrata a la sección un año más.
La liebre saltaba en la noche de ayer, cuando la noticia de la dieta de las jugadoras de Primera Iberdrola del Rayo Vallecano Femenino inundaba las redes sociales: dos sándwiches y dos manzanas. Algo intolerable para una competición que está en vías de profesionalización, algo categóricamente irresponsable para las condiciones físicas de las jugadoras, algo absolutamente denunciable por parte de todos los medios y aficionados al fútbol en general, no solo al fútbol femenino.
A lo largo del día de hoy, Martín Presa, Presidente del Rayo Vallecano, negaba que las condiciones fueran las que percibimos el resto. El hecho de que se defienda el menú como algo suficiente es polémico, pero da muestras de la deriva a la que ha sido sometida la sección en una temporada a la que han llegado con tres jornadas de retraso. Son datos objetivos: no hay un plan para la pervivencia. Y uno de los equipos más queridos por la afición del fútbol femenino español lanza un SOS. Por delante, la amenaza velada de un plante en el próximo encuentro frente a la Real Sociedad. Alrededor, la esperanza de cambio, de entendimiento y de encuentro de soluciones.
P: ¿Qué pasa en el Rayo?
R: Que el equipo más laureado de la historia del Rayo Vallecano se ha dejado al final de la cola. Son las últimas para todo: entrenamientos, medios, viajes, dietas, sueldos… Lo que podamos imaginar, y más. Se han quedado a años luz del resto. No disponen de los medios que debería tener un equipo de una liga profesionalizada, en un futuro profesional.
P: Desde fuera da la sensación de que estorba.
R: Sí. Al principio puedes pensar que no se le valora como es debido, pero la sensación final es de que molesta. Sería muy impopular cargársela. La gente las apoya no solo a nivel de Vallecas. A nivel nacional e internacional, gente de otros clubes, compañeras de nuestras jugadoras, también las apoyan incondicionalmente. A los partidos iremos doscientos o trescientos, pero el Presidente sabe que si toma una medida drástica la repercusión mediática sería enorme.
P: El Rayo ya sea por historia o por tradición, es de los equipos más queridos por la afición del fútbol femenino español. ¿Se notan respaldadas las jugadoras?
R: Sí, indudablemente. En este día y medio de polémica se ha visto. En redes sociales lo está moviendo gente de todos los equipos, aficionados, jugadoras, peñas… El cariño que se le tiene al equipo es muy grande. El mundo del fútbol femenino es mucho más pequeño y está mucho más unido que el del fútbol masculino. Eso tiene sus cosas malas, pero también las buenas. Somos una familia, y el respaldo y el cariño de la gente de fuera les llega. El nuestro lo tienen mucho más que sabido. Y el público responde cada vez que se le pide apoyo. Cuando se hizo el carnet de simpatizante del Rayo Femenino para sacar dinero y conseguir unas dietas en condiciones o pernoctar en hotel, salieron de Madrid cientos de carnets a diferentes puntos de España.
P: Entonces, ¿qué falta para que el club lo entienda y apueste por una sección que no solo puede generar cariño, también ingresos y éxito deportivo?
R: Es una pequeña obsesión del Presidente, Martín Presa. Si hablas con gente de dentro, quien más y quien menos entiende que el Rayo Femenino está infravalorado en todos los aspectos y que podría aportar una imagen y un impacto enormes. No solo es la sección más laureada del club, es la única que está compitiendo actualmente en la máxima categoría. A nivel de imagen, de apuesta por valores, está desaprovechada. Se venden camisetas con símbolos para el cáncer de mama, la COVID, el movimiento LGTBI+… y finalmente te das cuenta de que es postureo. Hay que creer en quienes representan esos valores, y en este caso en la sección femenina del club.
Yo respeto que al Presidente no le guste el fútbol femenino, pero esto es un Club. Económicamente y como empresa tiene que hacer esta apuesta. Muchos clubes que no tenían sección femenina la están creando ahora, desde abajo incluso, le dan visibilidad y apoyo, y nosotros que lo tenemos arriba, que tiene una historia, un legado, no lo estamos manteniendo como tiene que ser.
Siempre ha tenido ese discurso de que el femenino le costaba dinero al club. A día de hoy no le cuesta un duro. Aporta más de lo que recibe. Hace unos años, incluso, sacó beneficios al meterse en Copa de la Reina o quedar entre las ocho primeras. También están las subvenciones de la Comunidad de Madrid, las televisiones… la excusa se acabó. Hace dos veranos anunció un superhábit de 20 millones de euros, no tiene sentido ni el ERTE de este verano ni no querer apostar con medio millón de euros por la sección. Es cuestión de creer en ellas.
P: Deportivamente estáis también en el foco. El Rayo empezó tarde y mal la temporada. No hablamos de rendimiento en el campo, el Rayo es un equipo peleón y que disputa los 90 minutos a la máxima intensidad, pero no hacer pretemporada hace que los tres o cuatro primeros partidos sean en sí mismos una pretemporada. El Rayo siempre es un equipo que transmite esa incertidumbre para mantenerse cuando enfoca la pretemporada, pero siempre saca la papeleta adelante. ¿Cómo ves el curso actual?
R: Muy complicado. Siempre hemos tenido obstáculos que salvar, pero este verano ha sido de locos. A 31 de julio había confirmadas dos renovaciones, pero no firmadas. No se quería pagar lo pactado, el Director Deportivo salió de mala manera, no había otro Director hasta mediados de agosto, cuando se produjeron diez renovaciones más que eran muy fáciles de conseguir: son gente que forma parte del escudo y no lo va a dejar tirado. Pero hay que hacer una plantilla con trabas, con un presupuesto mínimo, un patrocinador que no llegaba… no empezar a tiempo es una piedra más en todo ese camino. En agosto deberían haber estado trabajando para llegar a octubre en plena forma. Es imposible plantearse un buen horizonte para esta temporada cuando no había ni planificación, ni dirección, ni jugadoras. Cada temporada hablamos de milagros, pero este año, con cuatro descensos, la permanencia es un Milagro con mayúsculas.
P: Si no puedes entrenar en condiciones, si no puedes alimentarte, viajar, descansar en condiciones, con los kilómetros que llevan en las piernas para recuperar los partidos aplazados… lógicamente es imposible rendir en el campo.
R: Es un bucle. Competir así es muy difícil. Y, aún así, con todo lo que rodea a este partido, el de mañana es tal vez el que mejores condiciones tengan para jugar. Muchas jugadoras del Rayo trabajan, no se dedican exclusivamente al fútbol como jugadoras de otros equipos. No pueden perder más días de vacaciones para poder jugar entre semana. Hay desplazamientos a los que han tenido que ir algunas jugadoras en coche dos o tres horas después, al finalizar su jornada laboral.
P: Son cosas que pasan en Nacional, no en Primera.
R: En equipos de Segunda B, Tercera… equipos donde los chavales trabajan. Luego ves noticias como la del jugador que renunció a su trabajo para poder jugar la Copa del Rey contra un Primera. Esto lo vemos en el Rayo temporada tras temporada. Es indigno para Primera División Femenina.
P: Dices que es fácil renovar a jugadoras que son parte del escudo, pero, aún así, se han ido jugadoras como Ali, Perarnau, Ángeles del Álamo, que sienten la franja y que cada vez que dan una entrevista dicen que les gustaría volver… en otras condiciones. ¿Pierde tanto el Rayo temporada a temporada mientras sigue en esta inercia?
R: Por supuesto. Estoy convencido de que la liga cada vez es más competitiva y hay que reforzarse, y tener un equipo para salvar la permanencia con garantías, pero si hay 20 o 25 fichas tienes que tener aseguradas un cierto número de jugadoras como las que has nombrado. Tienen que ser indiscutibles e indispensables en el vestuario. Luego jugarán o no jugarán, rendirán más o rendirán menos, pero ese perfil de jugadoras que han salido tienen que estar en la plantilla, y que peleen por jugar más o menos minutos, pero tienen que enseñar a las jugadoras que vienen lo que es el Rayo, lo que es su afición, quiénes somos, por qué peleamos, hacia dónde vamos y cómo lo logramos.
Ahora mismo tenemos a las capitanas, Andujar, Auñón y Pilar, que harán lo imposible por acoplar a las jugadoras y crear buen ambiente, pero es una papeleta muy complicada. Si vienen 10 o 12 jugadoras de diferentes nacionalidades cada verano esta burbuja terminará por estallar. No puedes crear el grupo que tenías hace tres o cuatro temporadas cuando esto no era un equipo de fútbol: era una familia. Ahí estaba el secreto de las salvaciones.
P: Toda esta exposición mediática de los problemas que envuelven al Rayo Femenino, ¿van a traer consecuencias negativas a las jugadoras?
R: Me daría muchísima pena, pero no lo descarto. En Vallecas hay mucha costumbre a coger matrículas. Que las jugadoras denuncien este tipo de situaciones no gusta en las oficinas. Quieren que los trapos sucios se laven en casa, que se pueda hablar y discutir, pero me consta que ellas no tienen ningún tipo de relación con el Presidente. Puede conocer a las capitanas de vista, pero estoy convencido de que si le pones delante a dos o tres jugadoras de las últimas en llegar no sabe decirte si es jugadora del Rayo Vallecano Femenino o no.
P: ¿Y cuál puede ser la solución? Nuestro deber es siempre informar de lo que está pasando, y más cuando es una situación injusta con las jugadoras y va en contra de la profesionalidad de la competición.
R: Los problemas no se solucionan por arte de magia. Las revoluciones tienen que empezar desde dentro, y desde fuera estaremos apoyando para ayudar y difundir, pero desde dentro tienen que prender la llama. Lo que está pasando tiene que saberse. Y más cuando la solución la tiene el mismo que causa el problema. El que no cree en ellas tiene un Director Deportivo que las conoce a la perfección y que se quiere volcar en ellas. Que le deje trabajar. Que le deje hacer un equipo y que ese equipo crezca. Juan Pedro Navarro tiene que poder trabajar. Estamos compitiendo gracias a que llegó y se puso a solucionar los problemas que había en ese momento.
Todo pasa por dejarle trabajar, darle medios y que gestione la sección. Sabe lo que hay, sabe lo que tiene entre manos, y deportivamente se podrá ganar o perder, es fútbol, que muchas veces nos olvidamos de eso, pero que les dejen competir en igualdad o en mejores condiciones. Que puedan pensar solo en fútbol. Hay jugadoras como Alicia que se han retirado sin poder disfrutar plenamente del fútbol en los últimos años, y eso es muy triste.
P: Te voy a hacer una última pregunta que es bastante dura: ¿Qué veremos antes, la dimisión de Presa o la desaparición del Rayo Vallecano Femenino?
R: La desaparición del Rayo Vallecano Femenino, sin duda. Presa es el máximo accionista, tiene el 99,7% de las acciones, y no se va a ir de aquí bajo ningún concepto. Ha tenido ofertas interesantes e importantes para vender el club y no lo va a vender. Es “su juguete”. Y tal y como tiene y mantiene la sección el futuro está hecho para que un año tengamos la mala suerte de caer a segunda y tener la excusa perfecta para desmontarlo.