Antes de comenzar la matraca, me van a perdonar por la tardanza, pero tenía que gestionarme los partidos entre los dos días. Es sencillo: se aprovechan los huecos de los aplazados para ver repetidos los del día anterior. Ojo, que no lo he inventado yo esto: esto es cultura audiovisual de los que seguimos series de capítulos largos y por trabajo no los puedes ver en el día de estreno. Me pasaba con Juego de Tronos, la seríe en la que una chiquita todopoderosa con dragones conquistaba toda ciudad por la que pasaba mientras iba a quitarle el reino a unos que tenían muchas perras, y una familia de chiquillos sin padre –que eran nuestros favoritos en medio del batiburrillo- estaban paseando por todas las guerras. Yo es que era de Sansa, siempre me ha ido mucho lo de la reina en el norte. También había un montón de familias más con sus batallitas particulares. A estas alturas ya no es
decir que el más imprevisto fue rey. Algo así como en la
Sí, el Granadilla es líder en ausencia de líder y tras el tropezón del Atleti. Lo es por resultados, por juego y por eficacia. Y lo es a costa de un Madrí cuyos aficionados ya empiezan a pedir la cabeza de Aznar. Curioso el caso del Madrí, nunca deja de sorprender. Ha ganado tres partidos, empatado otro, jugado bien en el que perdió contra el Barcelona, y se pega el guantazo en Tenerife contra un Granadilla que tiene oficio y además sabe ganar y los madridistas ya claman al cielo y cuelgan el cartel de Se Alquila en el banquillo. Ya decíamos que la paciencia en la zona de Chamartín es un bien escaso, pero, ¿tanto?.
Se pone cara la subasta por la tercera plaza, que se había repartido en porras a lo largo de la larga pretemporada. El Athletic tropieza o le tira más bien el Levante de Pry que ya juega como a Pry le gusta. Y eso que lo intentaron y mucho las leonas, pero la falta de efectividad y la mala suerte se compincharon: Andonova con un zapatazo donde De la Nava no podía llegar, de los que suenan clon en la parte interior del palo y entran, y un despeje de Naroa que se coló donde no debía decoraron el marcador para las granotas. El Granadilla es candidato a aferrarse a los puestos de arriba como un águila que no suelta la pieza. Cuesta mucho puntuar en las islas y fuera siempre dan la guerra necesaria para sumar y rascar. Tiene una portera de escándalo y jugadoras con mili suficiente a las espaldas para ver la alineación con respeto. Sin focos, pero con puntos. Y eso es lo que cuenta en este juego. Está por ahí el Madrid CFF, confinado, convaleciente, y al que habrá que ver cómo le sienta la vuelta al verde, pero que sabe lo que es probar la miel de Europa y no va a dejarse caer a las medianías tan fácilmente. Llevamos seis jornadas de 34 o las que sean, pero qué bonita está esta liga para hacer cábalas cada noche y no dejarse nadie atrás.
Al vecino colchonero se le vuelve a atragantar el Barça, y eso que tuvo minutos muy buenos en el campo donde se creyó que podía acercarse en el marcador y subir la presión del agua a ver si la defensa blaugrana se achicaba, pero no hubo manera. El Barça fue humano y jugó regular, pero es que el Barça andando sigue siendo mejor que el resto al galope. Lo de Doña Patricia Guijarro Gutiérrez es sobrenatural, el descaro que tiene esa criatura –que eres pivote, por el amor de Dios- para encontrar una autopista, meter quinta y abalanzarse sobre el área es insultante para el resto de profesionales de este deporte, en especial para las delanteras, y más cuando ninguna que estuviera en el campo estaba lo suficientemente acertada de cara a gol. Alexia fue el paradigma de lo que le pasa al Barça: está obligado a ganar maravillando, y eso pesa mucho. Las jugadas del Barça más impreciso que hemos visto en meses iban buscando el pase sin mirar, la pared perfecta, el tacón de improvisto, el pechazo para asistir, el regate exacto, el remate capaz de dejar boquiabierto al respetable. A este equipo le hace falta reconocer que a parte de embelesar puede ser solvente, efectivo y rácano a veces y no pasa nada. Alexia hizo maravillas en defensa que no abren portadas ni informativos, pero que son más fútbol que las jugadas que se quedaron por hacer, siempre dispuesta a la ayuda y a reordenar desde atrás, desde donde se ve todo para intentar saber qué falla.
Las portadas y los informativo que los abra Bonsegundo, que después de una rajada más de Borrello bien lo merece. Te bancamos, Flor. Imagínate estar orgulloso de no querer en tu Selección a una tía que dos días después de llamarla niñata se pasea desde su campo a la portería rival sorteando béticas para definir a lo Raúl, de cucharita, y celebrar con rabia. Poco le duró la celebración porque el Betis del papel ya es el Betis del campo, y Sosa ya es Sosa, y Rosita Márquez ya es Rosa Márquez Dueña y Señora de esta Orilla del Guadalquivir, El partido se vio en blanquiverde. La guardería rebelde de la Real suma y sigue, con doblete de Franssi. Nahikari no marca pero asiste en los pocos minutos que juega, y eso sigue siendo motivo suficiente para que toda Primera Iberdrola sonría. La Doctora nos cae bien. También nos cae simpático todo el EDF, gracias a la labor de Domingo en redes este verano y que a que agrupan un montón de chavalas de las que podemos reconocer por la calle, pero no termina de arrancar y empiezan a aparecer los nervios. Tendrán que tirar de espíritu zen y paciencia para sacarlo adelante, porque con tanto aplazamiento y tantas vueltas la permanencia está solo a cuatro. La marca el Espanyol, que perdió, pero aquí no puedo hacer un análisis futbolístico ni dar ninguna píldora: el Espanyol pierde por una cosa que sabemos una de sus jugadoras y yo y que tiene que ver un poco con la superstición, y mucho más con que es culpa mía, como todo, vamos. No volverá a pasar. Salvo a la vuelta con el Depor, que ahí, ya lo siento, no me volveré a equivocar porque necesitamos -¡y mucho¡- ganar.
El fútbol femenino de este país, que cada vez se parece más a Juego de Tronos. ¿Recuerdan la cara del malo? A ver si se les parece a alguien.
A las aisladas, a las positivas, a las que no pueden jugar y tienen que leer todo tipo de conspiraciones sobre su situación: ánimo, os estamos esperando.