Quienes me conocen han escuchado esta historia decenas de veces en los últimos cinco años: una vez tuve una pelea con un tipo en un bar. No sería más que una anécdota sin importancia si ese tipo no hubiera ido vestido de Peter Pan, yo de monja, y el bar fuera uno de los más concurridos de la zona antigua de Gijón. No sé por qué empezó, acabó con mi mejor amigo sacándome en brazos mientras yo daba patadas al aire. Y siguió con noches enteras soñando con el tipo, vestido de Peter Pan, retándome a la revancha. Conforme los sueños se sucedían, la cara del tipo tomaba una forma u otra, el traje siempre era el mismo. Así debe sentirse cualquier defensa que se enfrente al FC Barcelona. Unas veces se le aparece Alexia, otras Mariona, otra Oshoala, Patri la siguiente. Siempre en pesadillas, siempre con la impotencia de no poder contestarles con un patadón que aleje el balón del área a donde no la puedan volver a coger. El EDF tenia el consuelo de no ver a la Maga de Mollet ni a la Terminator de Carabanchel en el once inicial, pero qué más da, si en ese equipo hay más estrellas que en Hollywood Boulevard. Ya estaba Vicky Losada para recordar que hay cosas que no cambian.
En otro orden de cosas, el Granadilla convirtió la cruz de la parte alta de su escudo en dos espadas que lo franquean. Menuda portera Aline Reis. Lo poco que la hemos visto –oye, parece que se arregla el tema de los partidos- me deja una sensación dulce, como de que esta liga va a ser por fin de las guardametas. Malena Mieres hizo lo suyo frente al Levante (Esther x2), y el Betis, con todo en el papel, no pudo con el otro recién ascendido: el Santa, en el que dicen que brilló la otra portera, Yoli Aguirre. Dos de dos en tropiezos para las de las trece barras. Los pequeños, que siempre dan guerra. Porque va de pequeños esta jornada, con la guardería rebelde que ha montado la Real Sociedad, que salen al prao como si salieran al patio de los chupetines, a divertirse, a reír en los goles, a tocar y tocar, siempre en punta de lanza, con la clara intención de ganar. Poco pudo hacer un Depor, mi Depor, que vio a una de As Nosas convertida en Txuri urdin y haciendo un partidazo que nos llenó de nostalgia. Nuria: no pares de crecer, aunque nos duela.
El Athletic también volvió a ser Athletic, en uno de esos caprichos del destino que enfrentó al tercer y cuarto clasificado de la Copa al tiempo que se medían el primero y el segundo. Un Sevilla que pareció cansado a ratos contra un Athletic y su gen competitivo que toma la palabra de su excapitana en Twitter tras la semifinal: hay otra liga y otra copa en juego. Cabeza arriba. Pero la liga, en estas dos primeras jornadas, parece un poco repetitiva. El Barça a ser el todopoderoso de juego impecable y elresto a intentar no caer en su trampa. Como decía Caparrós, ya son dos los que han pasado por el dentista. Le toca al Sporting de Huelva la próxima jornada, con dos semanas de descanso para intentar ponerlo difícil. El Madrí sacó el primer punto de su historia contra un Valencia que ya no es el Valencia del año pasado. Tampoco el Espanyol, que suma tres puntos después de una sequía larguísima, a costa de un Madrid CFF al que tampoco hemos podido ver aún esta temporada –lo de las teles, que se soluciona, pero poco-.
Volviendo al Barça, alzaron la copa de la liga pasada. Sin Claudia, sin Carla, y sin Pam, que estaba por ahí, pero no estaba. Cosas de la nueva normalidad. La próxima jornada vuelve el Rayo. Ya era hora. También Reto y Nacional. Querido fútbol: era cuestión de tiempo. Olvidemos el pasado y centrémonos en disfrutar.