No sé si te acuerdas de mí, hace ya unos cuantos años que no te escribo. Soy la misma niña que te pidió un Mikasa para darle balonazos a Juanjo en la cabeza cuando aún jugaba en el muro del cruce con una portería de tiza que había que pintar cada día, porque cada día llovía. A la que ese mismo año, en vez del Mikasa, le dejaste bajo el árbol una bicicleta Razesa de carretera roja y blanca para ser como su hermano. La que no la quería, y por eso te dejó de escribir.
Fuera rencores, Papá Noel, vamos a hacer un trato. Con todo lo que este deporte perdió el día que decidiste dejarme fuera –ustedes síganme la corriente, es necesaria su colaboración y asentimiento para reforzar el discurso-, es hora de pedirte una nueva oportunidad para el fútbol. El año que acaba ha sido horrible para muchas cosas mucho más importantes que lo nuestro, pero también hemos sufrido bastante. Tenemos tantas guerras, de tanta gente, de tantos despachos, de tantos hombres que se creen importantes, que lo primero que te voy a pedir para 2021 es un poquito de paz. O al menos, no más guerras inncesarias que lo único que hacen es frenar el crecimiento del fútbol femenino en España. Cuando creemos que hemos terminado una, empieza otra, y no podemos más. Es agotador.
No sé si Irene Lozano te ha escrito su carta, pero te voy a pedir para ella fuerza, determinación, claridad, y ni un paso atrás en su idea de hacer la Primera Iberdrola profesional. No es que todos nuestros males se vayan a solucionar ese día, habrá que trabajar mucho, durante mucho tiempo, y con muchísima voluntad y ganas de entenderse, pero es el primer paso de un camino en el que no podemos volver a mirar atrás. Se trata de darle a nuestras futbolistas la posibilidad de ser futbolistas y nada más. Y a nuestra liga la oportunidad de ser la mejor del mundo en un futuro cercano.
Te tienes que pasar por Vallecas. Sí, ya sé que por los barrios te pasas siempre a dejar ilusión, pero hazle una visita a Presa. Déjale un par de jamones de los buenos por si va a seguir mandando bocadillos, o un contrato para un cocinero y que así puedan comer un picnic normal las chavalas. Al final, lo de la comida es lo de menos. Si se trata de pedir, creo que puedo juntar unas cuentas firmas para que le subas al trineo y te lo lleves a doblar el lomo a Laponia para que sepa lo que es trabajar. No te preocupes: con un sándwich de pavo y una manzana tiene bastante para recuperarse metabólicamente después de la jornada, no te va a costar mucho mantenerle.
En Primera Iberdrola necesitamos vendas, tiritas, camillas y cirujanos. Pero si ves que te ocupa mucho espacio en el saco, nos vale con que no se lesione ninguna más. ¿A que es buen trato? Los de abajo te van a pedir puntos, los de arriba que no los bajes, y ahí en el medio hay un batiburrillo importante de equipos que quiere entrar en Champions para soñar con hacer algo grande. Si empezamos a pedir cosas para Primera voy a necesitar un par de folios más. En realidad no te podemos pedir que los soluciones todos, estaríamos hablando de algo más que magia, pero si puedes echar una mano con los contratos televisivos, con que se cumpla el convenio y se revise el 30 de junio para mejorarlo, con que AFE, ACFF, RFEF, CSD y demás siglas dejen de discutir cada dos días, creo que nos podemos apañar un año más.
En los cuatro SubGrupos de Reto Iberdrola vamos a necesitar paciencia y mucha salud. El formato es un jaleo, los aplazamientos no ayudan, y las chavalas que estudian y trabajan además de competir cada vez están en más riesgo. Cuídalas. Tenemos también 108 equipos con sus respectivas jugadoras en Nacional de los que nadie se acuerda mucho, te pido para ellos esperanza, que esta temporada pase pronto y bien, que la que viene se acuerden de ellos desde Las Rozas y que esta pandemia no los mate económicamente.
No sé qué tal os lleváis Luis Rubiales y tú, al final él es más de los Reyes de Oriente. Como no sé si se ha puesto en contacto contigo te pido para él resignación, paciencia y verdad. Mucha verdad, que le hace falta. Transmítele nuestro calor tal y como él nos ha transmitido el suyo este año.
Los aficionados te vamos a pedir que poco a poco nos dejen entrar en los campos. Sabemos que lo principal es la salud, la seguridad, y no correr riesgos nosotros ni las jugadoras, pero tal vez puedas echar una mano para que nos dejen cumplir con todos lo protocolos. Prometemos portarnos bien, no levantarnos del asiento, animar mucho pero siempre con mascarilla, y lavarnos las manos con gel hidroalcóholico cada vez que aplaudamos una acción.
Las delanteras te van a pedir goles, las porteras paradas, los entrenadores partidos tranquilos, los espectadores partidos frenéticos, tacones, bicicletas, asistencias de primeras y sin mirar, profanaciones de escuadras, sombreros y delicatessens varias. En realidad, nos conformamos con fútbol. Queremos un 2021 en el que las competiciones se puedan acabar, en las que los partidos no carguen a las jugadoras, que la Selección siga asombrando al mundo, que las nuestras crezcan, que crezcan sin límite. Que las que están fuera puedan volver algún día a una liga profesional que las valore como las están valorando en otros países, que las extranjeras miren cada vez con mejores ojos la posibilidad de jugar en España. Que las de las categorías inferiores sigan escalando para subir a la élite, que no nos olvidemos de la cantera. Que cada vez más ex jugadoras ocupen puestos de dirección, técnicos o administrativos dentro de los clubes y que la familia del fútbol femenino español sea mayor y mejor temporada a temporada. Que cada vez que una niña en este país quiera coger un balón para patearlo en el parque, en la cancha, en el patio, en el campo, no cargue a la vez con un prejuicio ni con un freno y sepa que puede llegar a ser futbolista.
Y por último, tráele a Alexia el The Best de una vez.
