Quedan dos jornadas antes de que acabe el año. Probablemente sea el dato que mejor describa la situación de esta Liga. Dos jornadas en las que puede pasar de todo y en las que -ojalá nos equivoquemos- seguirá todo igual.
En estas dos jornadas habrá pelea por la salvación. No será lo mismo empezar el año fuera de los puestos de descenso que muy dentro de ellos. Habrá dos jornadas clave, con enfrentamientos casi directos por entrar en puestos de Europa. Porque otra cosa no, pero en los tiempos de mayor ilusión, como son los navideños, acabar el año con la posibilidad de jugar el torneo europeo es una motivación extra para lo que resta de temporada y conseguir, finalmente, entrar en ellos.
La jornada de la que venimos ha dejado muestras de lo que vamos a ir viendo de aquí a que acabe el año. Sorpresas, empates en los últimos minutos para salvar puntos y victorias que se esperaban más holgadas y fáciles.
No obstante, a pesar de que el Sporting deje a la Real sumando un punto, que el Villareal gane en tierras levantinas, que el Real Madrid plante cara a las de la fila más adelantada, pese a que el Athletic Club siga persiguiendo a las del tercer y segundo puesto y que el Estadio de Vallecas se abra para recibir al Betis, aquí nada cambia.
El hoyo del Rayo
Este último dato es del que venimos a hablar hoy. Sinceramente, podríamos estar hablando de lo que pasó en los partidos, que en casi todos ellos saltó la sorpresa. No obstante, en Vallecas seguía sin sorprender que el estadio del primer equipo masculino se abriera para una jornada de la Liga Iberdrola. ¿Por qué?
Según el convenio de cesión del estadio, el Rayo debe permitir que se juegue un partido de la liga femenina dos veces al año. Ya ocurrió en el partido que enfrentaba al EDF Logroño y al Rayo en la pasada campaña. Por tanto, este año se cumple así dicho convenio ya que se abre por imposición para que las jugadoras del primer equipo puedan jugar en él.
Este dato puede parecer favorable a primera vista, pero como todo lo que ocurre bajo los mandos del presidente del Rayo, no es así. Esa imposición no parece agradarle a Martín Presa, sin embargo, está obligado a hacerla. En el caso de haberle agradado no se hubiese anunciado con tres días de antelación y sin ningún tipo de campaña potente para llenar o animar a la gente a asistir al estadio. ¿Por qué? Porque lo que parece querer defender es que “el fútbol femenino no interesa”.
Según los compañeros de
Matagigantes.net, el club casi nunca ha ofrecido el dato de asistencia al estadio. Sin embargo, el día que se abre para el femenino lanza una nota de prensa a medios en la que lo da: Asistencia: 242. Con esos datos es difícil defenderse, pero con la insulsa llamada a acudir al estadio poco se puede hacer.
El descuido hacia este equipo -que ya conocíamos- no queda aquí. Siempre va a más, siempre irá a más. A pesar de abrir el estadio, a pesar de los pocos asistentes y de la nimia campaña para la asistencia, el presidente del
Rayo Vallecano tampoco ofreció entradas a las jugadoras, ni a las propias ni a las visitantes.
“Él se lo guisa y él se lo come”. Puede que sea duro decirlo -y más creerlo- pero está cavando el hoyo al que va a ir un equipo que poco va a poder hacer. Y aunque lo haga, nada cambiará.
Ahora más que nunca es necesaria la profesionalización y la defensa de un deporte que está desvirtualizado, dañado y en manos de gente que no lo quiere. No se puede seguir machacando, desvalorizando y maltratando a las que juegan.
Igual sepamos quienes van a ganar la liga, pero no sabemos quienes descenderán, quienes se salvarán en el último momento y quienes pelearán por ser las campeonas de la ‘otra liga’, la del tercer y el segundo puesto. Eso hace que sigamos queriéndolas, que sigamos enganchados a ellas porque sabemos que nunca dejarán de sorprendernos. Pero la realidad es otra.
Otra jornada más, otra jornada menos todo sigue exactamente igual.