Hace poco menos de dos meses, el Alevín del Zaragoza CFF fue noticia al proclamarse campeón de liga en una liga mixta. Toda una gesta que siempre se celebra para demostrar la valía, calidad y trabajo de las niñas en categorías formativas.
Madrid CFF, Valencia CF,SE AEM o RCD Espanyol son otros ejemplos de conjuntos de formación que se han demostrado el potencial de sus jugadoras contras chicos pero, ¿por qué motivo? En algunos casos concretos se resume a que la falta de equipos femeninos no permite la formación de una liga de chicas, pero en otros es una decisión propia.
El RCD Espanyol es uno de los cuatro clubs en Cataluña – junto a FC Barcelona, CE Sant Gabriel y SE AEM – que apuestan por esta política deportiva. Junto al responsable de la cantera blanquiazul, Rubén Rodríguez, conocemos esta realidad cada vez más consolidada.
Para contextualizar
un poco al lector, ¿en qué momento apuesta el RCD Espanyol por inscribir los
equipos femeninos en ligas masculinas?
Hará unas cinco temporadas que en el RCD Espanyol que se
apostó por inscribir conjuntos femeninos en ligas masculinas. Unos dos o tres
años antes del inicio de la covid.
¿Todavía es pronto
para poder hacer un balance y sacar conclusiones?
Pienso que ya se puede empezar hacer balance. En el Espanyol tenemos un equipo Alevín y otro Infantil en ligas de chicos. El Infantil sí que suma más años y es más precoz en ese aspecto. En Cataluña, tanto en categoría Alevín como Infantil son solo dos divisiones (Primera y Segunda) y hay mucha diferencia entre los rivales. En categoría Alevín, nuestro equipo A (jugadoras de segundo año) lo teníamos compitiendo en Primera División y nuestro Alevín B (primer año) eran benjamines y lo teníamos en Segunda Alevín. Claro, el año que tomamos esta decisión de hacer el cambio en el Alevín B se hizo a mitad de temporada porque en la jornada 5 ya teníamos goleadas de 25-0 o 15-0. Ni era beneficioso para nosotros ni para el rival.
En ese momento reflexionaron,
entiendo.
Exacto. Ese primer, como ya habían empezado las ligas, inscribimos nuestro Alevín B (jugadoras de primer año) para competir con alevines masculinas. En las primeras 5-6jornadas se vio la diferencia. Nos encontrábamos rivales de segundo año y nuestras jugadoras no estaban acostumbradas al choque ni a la condición física. Consideramos que era un cambio necesario. No nos servía de nada ser campeonas si no nos aportaba lo que buscábamos a nivel formativo. Se decidió que nuestro Alevín B compitiera en Primera femenina y el Alevín A con chicos. El primer año se compitió muy bien contra chicos, siendo terceras, y un año después fuimos campeonas y se ascendió.
¿Qué se buscaba?
De esta manera, se lograba que esa diferencia que teníamos se contrarrestara con la condición física. Nuestras jugadoras benjamines y alevines de primer año jugando con niñas un año superior a ellas, y las que son de segundo disputando con niños. De esta manera, los partidos son más equilibrados. Los equipos se encuentran en una categoría bastante competitiva.
¿De qué manera se
trata el aspecto psicológico y la desmotivación de las jugadoras?
Esto nos pasó durante el primer tercio de temporada. En el mes de enero, el equipo solo había ganado dos partidos. Y claro, estamos hablando de jugadoras que están acostumbradas a estar toda la temporada anterior a ganar partidos y ser campeonas o subcampeonas. Las jugadoras no entendían como podían perder partido. Desde el club les transmitimos que el resultado es una consecuencia de su trabajo. Hemos conseguido que las jugadoras asimilen que se debe trabajar bien y tener paciencia. Esto nos ha llevado a perder únicamente un partido en tres meses. Nos hemos encontrado en una situación de cambio mental.
¿Se empieza a
trabajar también la condición física?
Hasta categoría cadete-juvenil no las empezamos a introducir en gimnasio y no le damos una importancia grande al tema condicional. Entendemos que poco a poco se va a trabajar y tenemos un área específica que lo trabaja a partir de las edades de las jugadoras. En estas edades trabajamos más los aspectos colectivos y tácticos.
¿Se sorprenden las
jugadoras cuando ya pasan a competir contra chicas?
Una de las cosas que no queríamos era dejar de tener equipos femeninas en competiciones exclusivamente de chicas porque no ayudamos a la promoción del fútbol femenino. Si un club como el Espanyol, cuando todo el mundo está luchando para crear equipos y que crezca en general, no es un ejemplo de ello es contraproducente. Tanto infantiles como alevines tenemos un equipo en cada liga. Así también hacemos marca Espanyol y ayudamos al crecimiento del femenino.
Otro aspecto que destacaría es que el salto de las chicas al fútbol con chicos es que dan el salto de futbol 7 a fútbol 11. En Cataluña las chicas juegan en fútbol 7 hasta infantiles. De esta manera aceleramos el proceso de las jugadoras y nos estamos dando cuenta que cuando dan el salto al Juvenil B esta diferencia se nota.