Jana Fernández y Bruna Vilamala, jugadoras del Barça Femení, representan con orgullo los valores de un club que está luchando en primera línea para defender la igualdad de género en el fútbol.
Por todo esto, las dos son una referencia para una nueva generación de chicas futbolistas que puede soñar con ser profesionales en el mismo club en el que han crecido desde sus inicios.
Las dos jugadoras llevan nueve años compartiendo la misma camiseta, y nadie mejor que ellas puede describir el papel pionero del Barça en apoyar el fútbol femenino.
Sobre esto, Bruna afirma que: “El papel del Barça es ser pionero en este sentido. Este club ha apostado por el fútbol femenino más que nadie, y la respuesta se ha reflejado en la gran afluencia de los últimos partidos. Apostar y enseñar que se puede y la gente responde”.
Se nota la complicidad entre las dos cuando explican el significado de compartir este deporte, un valor añadido al sueño de jugar en el primer equipo del Barça Femenino.
“Al final es un sueño y un orgullo vivir todo esto. Y hacerlo siempre con la misma persona lo hace mucho más fácil porque siempre vas a tener un apoyo. Entrar en el primer equipo del Barça y conocer a alguien te hace sentir cómoda”. (Bruna Vilamala)
“Es como mi hermana, sabemos lo que se nos da bien y lo que no, y como nos podemos ayudar. Entonces, creo que el conocernos tanto nos facilita todo, como el integrarnos en un primer equipo en el que no conocíamos a nadie. Estar una para la otra es vital y más ahora que estamos lesionadas”. (Jana Fernández)
Después de tantos años Bruna y Jana han establecido una verdadera amistad que les permite tener un apoyo constante en momentos de dificultad, y más ahora que las dos se están recuperando de la misma lesión de ligamento cruzado de la rodilla derecha.
Las dos están trabajando cada día para recuperarse de la lesión. Son conscientes de que es un proceso duro y largo, pero lo viven de la mejor manera e intentan aprender lo más posible para volver más fuertes que antes.
En el caso de Bruna, se trata de la segunda ruptura en 3 años, y ella misma reconoce que es un momento muy duro para cualquier deportista. Aun así, la futbolista afirma que de todo se puede aprender, fue así la primera vez que se lesionó y está segura de que en esta ocasión será igual.
Experiencias como una lesión y, en general, todo lo que está alrededor de la vida de un deportista, aporta valores que llevan al crecimiento personal. Y el Barça es un club que destaca por sus valores humanos y su papel en la educación desde los equipos de fútbol base hasta los profesionales.
Asimismo, el club Blaugrana es un referente por ofrecer la posibilidad a dos jóvenes canteranas de formarse como profesionales hasta llegar a un primer equipo, integrarse y medirse en las mejores competiciones mundiales.
Sobre esto, Jana afirma que para ellas ha sido un orgullo ver su crecimiento en todo este tiempo: “Nuestro camino ha sido muy bonito al ver como esto ha evolucionado. Tenemos la suerte de estar viviendo el sueño de todas las niñas pequeñas”.
Y Bruna añade: “Los valores del club son tomárselo con humildad, saber de dónde venimos y el camino que hemos hecho para poder jugar un partido en el Camp Nou”, además de destacar la importancia de sacrificio, compañerismo y trabajo en equipo como dinámicas imprescindibles en cualquier deporte.
“Yo llevo muchos años en la casa, desde pequeña me han enseñado estos valores y me identifico mucho con ellos. El fútbol me aporta aprendizajes que sin el deporte no habría alcanzado, así que el fútbol es mi vida.” (Bruna Vilamala)
Jana y Bruna pertenecen a una nueva generación de futbolistas que representan los valores más positivos del fútbol, esa esencia que en otros entornos se ha perdido o pasa en segundo plano debido a la priorización de otros intereses.
“Creo que haríamos una lista que nunca acabaría de todos los valores que te aporta el fútbol. Y el respeto también es vital para mí. Yo creo que si hay estos aspectos en un equipo todo va a salir bien.” (Jana Fernández)
Entre otros valores, Jana añade que para ella el fútbol es esfuerzo, lucha y respeto, y define de muy bien en qué manera el fútbol es un espejo de vida: “Cuando todo gira alrededor del fútbol y el fútbol va mal, todo lo demás va mal. Aunque no sea así, esta es tu percepción”.
Esta es la otra cara del fútbol, ese lado de la moneda que va mucho más allá de lo que ocurre en los campos de juego. Y estos valores, representados por jóvenes futbolistas como Bruna, Jana y Claudia, caracterizan uno de los aspectos claves para interpretar el impacto del fútbol femenino en la evolución de la mujer en el deporte y en el proceso hacia la igualdad de género.
