Esta temporada cerrará su tercer año en Primera División, en las filas del Dijon.
La valentía para hacer las maletas y aventurarse hacia un nuevo destino no es una virtud que esté presente en todas las jugadoras. Ahora bien, atreverse y dar el paso hacia lo desconocido es una práctica cada vez más habitual, aunque aún escasea.
María Díaz (Funes, 1995) se atrevió a hacerlo en 2021 rumbo a la D1 francesa, la Primera División de Francia, y lo hizo rumbo a Fleury – Mérogis, ubicado en la región de la Isla de Francia, a poco más de 30 kilómetros de distancia de París.
Tres años más tardes, y otras tantas temporadas después, la jugadora navarra mantiene activa su vivencia y día a día en el país galo aunque desde hace dos años instalada en Dijon, al este de Francia.
A pesar de la proximidad entre España y Francia, la centrocampista funesina es la única jugadora española que compite en la D1, junto Damaris Egurrola, internacional con Países Bajos y actualmente en Olympique de Lyon.
Es la tercera temporada de María Díaz en Francia pero, como cualquier experiencia, todo tuvo un inicio. ¿Recuerda cómo fue el suyo?
Por mucho que pueda parecer que Francia está aquí al lado, todo fue nuevo. Tienes que adaptarte a todo e incluso a un fútbol diferente al de España.
¿De qué manera le llegó la oferta?
Antes de finalizar mi contrato en el Athletic ya tenía presente la opción de vivir una experiencia en el extranjero. No en Francia de forma exclusiva sino que abría la puerta a escuchar cualquier propuesta que pudiera llegar, se trataba de buscar un equilibrio cultural y también futbolístico.
Junto a mi representante (Xavi) y la agencia (Futbolistas) se nos presentó la opción del Fleury y se valoró que era la mejor para mí.
¿Qué referencias tenía del fútbol francés?
Pues, sinceramente, ninguna. PSG y Lyon son los grandes exponentes en la liga a nivel europeo, pero a partir de ahí no tenía más referencia. Sabía que es una liga muy física y empezaba de cero como aquel dice. A nivel cultural, también empezaba de cero. Yo no hablaba francés y ahora soy capaz de mantener una conversación fluida. Además, tampoco había ninguna jugadora que hablara español. Todo ha sido un aprendizaje para mí.
¿Fueron fáciles los inicios?
Quizá la parte del clima ha sido lo que más se asemeja a lo que había vivido en Bilbao, ya que la cuestión del frío y la lluvia se parecía bastante a lo que ya tenía. En Dijon llueve más que en París y el clima es más seco. En Fleury tuve la suerte de coincidir con una compañera que había estado en España jugando y fue un poco más fácil la adaptación. Tener que obligarme a expresarme en francés e inglés ha sido un paso que necesitaba hacer para integrarme y adaptarme al día a día. El club me puso clases particulares dos días a la semana y ayuda a aprender el idioma.
¿La oficina de trabajo en el día a día se asemejan a las ciudades deportivas de España?
Fleury no tiene nada que ver con el Athletic. Pasas de tenerlo absolutamente todo a tener que ducharte y cambiarte en casa, no existe una ciudad deportiva como Lezama, para ir al gimnasio había que desplazarse en coche...se trataba de cambiar la
mentalidad y adaptarte a una nueva etapa.
En Dijon, las instalaciones sí son mucho más parecidas a las del Athletic y eso hace mucho. Varios días se come en el club.
¿Qué realidad a nivel apertura de los estadios al fútbol femenino hay en Francia?
Esta temporada tenemos la suerte de poder disputar todos los partidos en el estadio. Esto hace mucho. Me siento afortunada al poder jugar en un estadio cada 15 días. He podido jugar en estadios de primer nivel como Le Havre o Guingamp y se agradece.
En Francia se está visualizando cada vez más el fútbol femenino: también existe una asociación de futbolistas, se emiten los partidos en abierto a través de la federación, además de Canal +.
¿Los objetivos deportivos también fueron diferentes de pasar de un Athletic que luchaba hace cinco años por ser tercero en liga?
En mi primer año acabamos muy bien a nivel de equipo. Es verdad que las lesiones no me acompañaron y no acabé de tener buenas sensaciones y no pude disfrutar del todo de ese primer año. Aún así acabamos la liga en cuarta posición, muy cerca de
Champions.
Ya en Dijon, el debut se logró la salvación en la última jornada y este año se ha podido respirar un poco más, teniendo la salvación más cerca con mayor margen.
¿Se empieza a mirar más allá de esta temporada tras cerrar la salvación?
Afrontar el tramo final de liga con la salvación te hace ir más tranquila. No sé qué pasará el próximo año, pero ahora queremos terminar la temporada primero y estudiar las opciones que puedan surgir.
¿Tres años lejos de casa te permite atreverte con cualquier nuevo reto que se pueda presentar en otra liga extranjera?
Antes me daba más apuro probar nuevas experiencias en un nuevo país y otra cultura. Ahora ya llevo tres años en Francia y no me importaría acabar de hablar bien el idioma y asentarme en la cultura. Estoy abierta a valorar cualquier opción que se presente.
¿Le han contactado jugadoras desde España para tener referencias del fútbol francés?
Cada vez hay más jugadoras españolas que prueban nuevas experiencias más allá del fútbol español. La verdad que no ha contactado ninguna jugadora que me haya contactado para preguntar por el fútbol y la cultura en Francia. He de decir que sí he intentado que viniera alguna.
Si alguna jugadora tuviera ofertas en Francia, no tendría problema en resolver dudas.