El mercado futbolístico fluctúa,
se mueve a diferentes velocidades, sorprende con movimientos inesperados y
confirma secretos a voces. El verano 2021 en Primera Iberdrola se presentaba
como un mar embravecido: nadie sabe qué se va a poder encontrar en la orilla
cuando baje la marea. Lo que ha encontrado el aficionado al fútbol femenino, el
seguidor de la Primera Iberdrola, han sido auténticos tesoros en forma de
fichajes. El Real Madrid femenino, con las llegadas de Athenea del Castillo,
Esther González o Claudia Zornoza; Ingrid Engen, Fridolina Rölfo e Irene
Paredes con la elástica blaugrana; o un Villarreal femenino ataviado para las
batallas que se lidian en Primera Iberdrola. Pero, de entre todos los equipos,
el Rayo Vallecano femenino ha sido de los últimos en enseñar sus cartas. En
Futboleras hemos charlado con uno de los últimos fichajes del cuadro rayista:
María Bores.
Después de cuatro años en
Sevilla, que, sin duda, han contribuido a la formación de su carácter como
jugadora, María Bores vuelve a la capital de España para ser parte de uno de
los equipos históricos de nuestro fútbol femenino.
PREGUNTA. A punto de vestir la
elástica de un histórico del fútbol femenino nacional, como es el Rayo
Vallecano. ¿Qué sientes tras el fichaje?
RESPUESTA. Me siento muy feliz.
Poder estar en un club con tanta historia, sobre todo el en fútbol femenino
español, todo lo que ha conseguido y lo que conlleva haberlo obtenido. Es un
club que ha marcado mucho, incluso cuando estaba la anterior Superliga. Así que
estoy ilusionada. Cuando me surgió la oportunidad la recibí con muchísima
emoción y no lo pensé dos veces.
P. Entonces es la llamada que te
deja los ojos brillantes, ¿no? ¿Cómo se produjo la negociación? ¿Qué te llama
del proyecto para llegar allí?
R. Es un
club con una gran historia, un ambiente característico y una afición
envidiable. Importa mucho la cercanía y la manera en la que el club tira de la
afición.
Además, tener a mi familia cerca
es otro aspecto importante para decidir el lugar donde quieres continuar tu
carrera deportiva.
Me comentaron el proyecto, los
objetivos, lo que querían conseguir y me gustó. Sobre todo la visión que tienen
y el perfil de jugadoras que se unirían al proyecto. Me pareció buena apuesta.
Considero que todo consiste en seguir creciendo como jugadora y como persona.
Los cambios cuestan, pero creo que era momento de cambiar.
P. Vuelves a la capital, de donde
saliste. ¿Tiene mucho peso la ciudad en la balanza de decisión?
R. Sí, mucho. Soy una persona muy
familiar. Llevo ya cuatro temporadas, casi cinco años fuera y con la pandemia
he echado en falta a los míos, tenerlos cerca. Ha sido muy duro.
También tengo la suerte de que
puedo seguir mi carrera universitaria aquí. Tener estas posibilidades han hecho
que me decanté por el Rayo Vallecano femenino.
P. Cuatro temporadas como sevillista…
¿Qué te llevas de otra entidad tan futbolera?
R. De Sevilla me llevo la
experiencia de haber pertenecido a un gran club, un saco repleto de emociones y
una gran confianza que se depositó en mí. Es un aspecto que debo agradecerles.
Salí del Atlético de Madrid femenino teniendo poca experiencia en Primera
Iberdrola y decidieron contar conmigo. Siempre estaré agradecida.
Pero, no solo al club. También a
muchas personas, compañeras y una bellísima ciudad, donde he podido continuar
mis estudios y vivir momentos preciosos.
P. ¿Has evolucionado como
jugadora?
R. Sí. Muchísimo. He evolucionado
como jugadora.
La experiencia que vas
adquiriendo es muy importante. Pero, sobre todo, he madurado y crecido como
persona.
Este año no he tenido las mismas
oportunidades y me ha tocado desempeñar otro rol, del que he aprendido y me ha
enseñado a seguir exigiéndome para tener la mente tranquila. La importancia de
saber que has hecho bien tu trabajo y que intentas dar el máximo siempre son
dos señas de mi identidad. Me exijo siempre todo lo que pueda.
P. Cambiando hacia el tercio
futbolístico. ¿Crees que en un proyecto como el del Rayo femenino se encaja
viniendo del Sevilla? ¿Ambos plantean sistemas de juego similares?
R. Siempre he dicho que para
poder encajar en un nuevo proyecto hay que saber amoldarse. Aplicar los
conceptos que ya tienes y aprender de los nuevos que te vayan a enseñar. El
caso es seguir cargando la mochila con vivencias, técnicas, tácticas… No
depende de un solo factor, sino del sistema de juego, entrenador o jugadoras.
Si hay un punto que comparten
ambos equipos, que es lo que más me llama, es que abanderan el lema de “Nunca
rendirse”. El Rayo femenino también es de luchar, de pelear, y a mí me encanta.
Se parecen en que ponen las cosas difíciles a sus rivales y estoy muy contenta
de pertenecer a esa filosofía.
María Bores peleando un balón con la elástica del Sevilla femenino | Sevilla FC
P. Es muy importante sentirte
identificado con los valores del club que defiendes…
R. Totalmente. Si no te sientes
identificado con los valores que el club transmite, cuesta más adaptarse. Pero,
en el momento en que te sientes en consonancia con los principios del club, es
muy fácil acostumbrarte a un nuevo sitio.
P. ¿Qué le puede aportar María
Bores al Rayo femenino?
R. Es buena pregunta (risas).
Como futbolista, y como persona, mi exigencia. Me gusta trabajar para que todo
salga de la mejor manera posible, aunque no siempre sea así. De hecho, me
equivoco, me caigo, pero estoy segura de que me levanto. Soy muy testaruda y
constante.
Lo que llevo en mi cabeza desde
pequeña es que, como jugadora tanto como persona, tengo que hacer las cosas
porque las disfrute y porque me gusten. En el momento en que ya no disfrute o
no lo vea del mismo modo, tendré que cambiar. Lo primero es disfrutar y yo lo
que quiero es seguir disfrutando.
P. ¿Cómo te definirías como
futbolista, entonces? ¿Tenaz, trabajadora?
R. Trabajadora, tenaz, exigente y
luchadora. Me gusta pelear.
P. Esta pregunta es prácticamente
automática, entonces. ¿Qué te puede aportar el Rayo a ti?
R. Justo lo que acabamos de
hablar. Es un equipo que lucha, que trabaja y no pone las cosas fáciles. Los
últimos años ha parecido que estaba ahí, peligrando en zona de descenso, pero
siempre se salva, por algo será, ¿no? Creo que no se rinde, que luchan. Y esa
marca va conmigo.
Ojalá ser yo una de ellas.
P. Después de tu despedida del Sevilla
se han podido ver varias muestras de cariño por redes sociales. De periodistas,
ex compañeras, amigos… ¿Qué significan para ti? ¿Te sientes arropada?
R. Me siento muy arropada.
Significan muchísimo para mí. Soy una persona muy sentimental. Ya no solo en
las redes públicas, sino por privado me han llegado muchos mensajes que me
dejaban sin palabras. No sabía ni qué responder.
Sé que cada una de esas personas
me tiene mucho cariño. Siempre me lo han demostrado, estando cerca de mí. A
veces puede ser una presión añadida, un elemento que, sin duda, me ayuda a
poner y mantener los pies en el suelo. Hago las cosas por mí y también por la
gente que confía en mí.
Su cariño y su apoyo me ayuda
muchísimo.
P. ¿Qué objetivos personales
tienes marcados para esta temporada?
R. Soy de marcarme objetivos a
corto plazo. Miro día a día, no más allá. Lo único que quiero es seguir
exigiéndome, seguir viendo mejora y progreso en mí, y, gracias a ese progreso,
ayudar al equipo y conseguir grandes hitos.
P. ¿Eres más de disfrutar en el
campo o de disfrutar sufriendo en el campo?
R. Soy más de disfrutar. Sufro
cuando veo fútbol, pero cuando juego disfruto. Evidentemente, como jugadora
exigente, me encanta competir, pero disfruto de esa competición.
P. Como cuando vas de copiloto o
conduces tú…
R. Exactamente eso.
P. A pesar de que tus objetivos sean a corto plazo, se avecina una temporada marcada por la incertidumbre, en cierto modo. Para concluir, ¿qué esperas de la temporada?
R. La verdad, espero que sea una
temporada en la que podamos dar un golpe sobre la mesa. Espero que demostremos
que el Rayo femenino no solo está en las quinielas del descenso, que tenemos
calidad, que valemos y que merecemos estar también peleando por las posiciones
de arriba.