La temporada 2020 – 2021 es una campaña histórica en la máxima categoría del fútbol femenino nacional por varios motivos: el contexto de la covid, la ausencia de público en las gradas, la rutinaria suspensión de encuentros...pero también destaca un dato que no ha pasado desapercibido pero va bien recordar de vez en cuando. Por primera vez en la Primera Iberdrola conviven hasta cuatro entrenadoras en el área técnica de los banquillos. Un hecho sin precedentes en España y que demuestra, por un lado, la confianza de los directores deportivos en un perfil femenino para que dirijan sus proyectos en el más alto nivel y, por otro, el aumento del deseo por parte de la mujer para querer ser entrenadora en la cúspide del balompié español.
Aunque pueda parecer contradictorio, y a medida que descendemos categorías, la cifra y el porcentaje de 'coachs' femeninos desciende considerablemente. Mientras en Primera División son cuatro las entrenadoras, en Reto se repite la misma cantidad, a pesar de prácticamente duplicarse la cantidad de conjuntos. No interpretamos los datos, ni queremos provocar malentendidos, simplemente los exponemos.
Natalia Arroyo (Real Sociedad), Jenny Benítez (Sporting de Huelva), Irai Iturregui (Athletic Club) y María Pry (Levante) forman el cuarteto de entrenadoras en Primera. La media de edad entre las cuatro es relativamente joven (35 años) y tanto Arroyo como Iturregui comparten debut en los primeros equipos vascos. Mayor precocidad de debutante tuvo Pry en la banca del Betis, cuando llegó a la élite en 2017, con 31 años. El estreno de Irene Ferreras en el Rayo, con 29 años, es el antecedente de un debut sin apenas haber llegado aún a la treintena. En porcentaje, estamos hablando del 22'22% de los conjuntos de Primera Iberdrola que tienen nombre y apellido femenino. Si subimos la vista al palco, tan solo encontramos dos nombres en la lista de autoridades: Amaia Gorostiza (Eibar) y Manuela Romero (Sporting de Huelva).
Las cifras en Reto Iberdrola son prácticamente calcadas: cuatro entrenadoras y dos presidentas. Ana Junyent (Seagull), Kakun Mainz (Fundación Osasuna), Sara Monforte (Villarreal) y Natalia Gutiérrez (Málaga). La dupla de mujeres al mando de los clubs son Pilar Ruiz (Seagull) y Magadalena Rodríguez (Almasorra). Hasta la pasada temporada, Raquel Delgado también formaba parte de este séquito de mandatarias pero tras la fusión de la UD Tacuense con el Real Unión, la presidenta chicharrera asumió el cargo de vicepresidenta de la entidad.
“Cuando me ofrecieron la presidencia me sorprendió pero me alegré y acepté el cargo encantada. Gestionar un club femenino en Canarias es complicado por la dificultad que conlleva atraer a niñas pero justamente el primer año de mi mandato coincidió con el ascenso a Primera Iberdrola”, relata Delgado. En la nueva junta del Real Unión Tenerife Tacuense la equidad es plena: cuatro mujeres y cuatro hombres.
Delgado, invita a otras compañeras a dar el paso que consideren necesario: “habrá mujeres que en ciertos niveles no quieran dar el paso por el hecho de que pueda dar un poco de vértigo pero yo les animo a que se atrevan porque tienen capacidad para poder hacerlo En los clubs grandes puede ser más complicado porque no se da la confianza”.
En el tercer escalón del fútbol femenino, Primera Nacional, los porcentajes se reducen por debajo del 8,33% y tan solo 9 de los 108 banquillos están dirigidos por mujeres: Marta Cubí (Igualada), Marta Sampedro (Logroñés), Yésisca Tébar (Ciudad de Murcia), Verónica Rodríguez (Huesca), Diana Barredo (Tres Cantos), Elena Oset (Osasuna B), Cristina Oreiro (Victoria), Beatriz Galán (Badajoz) y Ana Teresa Paredes (Mérida).
En el caso del filial rojillo, el cuerpo técnico del conjunto de Pamplona está formado íntegramente por mujeres. “Independientemente de ser hombre o mujer, se debe saber gestionar un vestuario”, valora Elena Oset, entrenadora de Osasuna B. “Cada vez cuesta menos a los clubs dar el paso para dar la confianza a una mujer. Me sorprende el porcentaje pero poco a poco crece”, añade.
Actualmente, Oset forma parte de la nueva generación navarra de entrenadores que está cursando el título profesional y, entre 63 alumnos, es la única mujer. “No es fácil encontrar mujeres con formación y titulación, ni dar el paso por varios motivos, como pueda ser la exigencia de la titulación. Son techos y muros que se van rompiendo pero es complicado. Debemos demostrar que sabemos de fútbol, un deporte tradicionalmente masculino”.“Ser un cuerpo técnico femenino te abre la puerta del vestuario y es una ventaja grande. Eso lo tenemos todo el cuerpo técnico y además ese bagaje de ser exjugadoras. Además hay jugadoras que nos transmiten esa facilidad pero también depende del carácter y de la cercanía que se pueda tener como entrenador con su equipo”.
En cuanto a las presidencias en Nacional, tan solo se hallan cinco altos cargos: Eva Blanco (Mulier), Begoña Aldao (Sardoma), Carolina Goicoechea (Nuestra Señora de Belén), María José Reinaldos (Lorca Féminas) y Sarabel Lerma (Aspe). Goicoechea es de las dirigentes que más han dilatado su cargo en el tiempo, con prácticamente 20 años al mando (sumará las dos década en 2023). En 1997 se incorporó a la Junta Directiva del Club para efectuar gestiones en secretaría y tesorería.
“Durante estos 20 años hemos vivido todo tipo de sensaciones. Cuando jugaba siempre he pensado que se necesitaba ayudar para que las niñas siguieran jugando e ilusionándose. Eso a mí me hace feliz y por eso ha pasado tanto tiempo”, describe orgullosa. “Como mujer, me da igual que un cargo lo gestione un chico o una chica, se trata de que esté formada. Se debe buscar que alguien sea válido y quiera ejercer tal cargo. Ojalá poco a poco cambie como está ocurriendo ahora. Me parece bien que haya más mujeres pero que se involucren”, especifica.
Y esta es la realidad del fútbol femenino en cuanto a la participación de la mujer. Participación escasa pero repleta de trabajadoras con la aptitud y actitud necesaria para ejercer su labor y demostrar que, a veces es cuestión de confianza y equidad y en otros casos esfuerzo y perseverancia. Si eres del segundo grupo quien lee estas líneas, adelante. Confía en ti y lucha por ello.