Andrea Menéndez, nuestra redactora jefa, presenta '13', su segunda novela. La realidad del fútbol femenino, la humildad de una niña que solamente quiere ser portera y las referentes que empiezan a surgir de una lucha incesable se dan cita en este libro.
Este artículo podría haberse titulado de treinta y cinco formas distintas (y mejor) pero todas ellas han quedado resumidas en “Las entrevistas con Andrea”. Andrea Menéndez Faya (Langreo, 1985), también conocida por su perfil en Twitter como
@MenendezFaya y redactora jefa de esta web, ha pasado ahora de entrevistar a ser entrevistada. Si cuando entrevista consigue sacar petróleo de las y los invitadas e invitados, ¿qué puede conseguir cuando es ella la que responde?
Cuando alguien lee a Andrea se da cuenta de que no sabía hasta qué punto necesitaba leer eso. Algo que uno piensa que puede no ser relevante,
Andrea lo coge y te lo coloca en el orden y tiempo perfectos para que sientas cierta necesidad al leerlo. A la vez, parece una entrevista entre uno mismo y ella, donde todas las preguntas que pueden ir surgiendo a lo largo de la lectura las va respondiendo en las palabras que siguen, como si te leyera la mente. Así es la
novela que mañana presenta, '13'. Quizás, hablar de necesidad sea pasarse pero si hace unos años Andrea no hubiera descubierto todo lo que descubrió en los entresijos del fútbol más humilde, hoy no hablaría tanto y tan bien de fútbol femenino y los que aquí estamos tendríamos la necesidad de saber más sin saber cómo.
La que hoy escribe conoció a Andrea a través del artículo que le dedicó a Ainhoa Tirapu en su despedida. Hoy, la periodista publica un libro con prólogo de Tirapu y servidora es quien le hace la primera entrevista en campaña. Si la vida no es caprichosa, ¿qué es?
En realidad, este artículo podría ir sin entradilla porque Andrea se define ella sola con sus palabras, no hace falta más que dejarle espacio, no hay más que ver su perfil en Twitter y la cantidad de artículos en este portal. Sin embargo, como artículo y entrevista que esto se considera, la entradilla irá dedicada a lo que se piensa de ella en esta casa.
En los pasillos de esta redacción virtual han llegado a hacer un llamamiento a las revistas de mayor influencia, “en la lista Forbes de periodismo especializado en fútbol femenino aparecería el nombre de Andrea Menéndez. Implicación, pasión y notoriedad la describirían”. También se le compara con otro tema que conoce muy bien, “dale un pez a una persona y comerá hoy. Dale un miguelito a Andrea y te ayudará a entender todo lo que realmente pasa en la RFEF, la AFE, el CSD... Es la persona ideal para resolver cualquier duda entre estamentos". Quizás sea un poco rara pero es su don, "tiene ese extraño don de la palabra que embriaga. Sabe analizar la realidad en 280 caracteres. Su pasión por el fútbol femenino va más allá de la agenda semanal. Su preocupación por las jugadoras es enternecedora y admirable. Es una auténtica ‘Futbolera’". Pero, sin duda, Andrea “es talento natural en periodismo y comunicación al instante y, a la vez, una gran escritora que además hace unas entrevistas y artículos de opinión de primerísima calidad y con un gusto exquisito”.
Sigan leyendo y lo comprenderán.
Tú has venido a hablar de tu libro pero tu libro… ¿ha venido para dar que hablar?
Eso espero. He intentado meter en el libro todo lo que sé de fútbol femenino. De hecho lo escribí hace dos años, por tanto, está un paso por detrás del momento actual, es decir, en la reestructuración en la que se creó Reto Iberdrola, en ese momento cuando se empezó a hablar de las absorciones, algo que había existido siempre pero que saltó a la fama a raíz de la del Real Madrid. He intentado dejar por escrito todo lo que sé a través de la vida de una jugadora de perfil bajo que es lo que yo más conozco. Y espero que con esto se hable de fútbol femenino y se conozca por dentro.
¿Por qué publicar un libro de fútbol femenino ahora?
Fue una propuesta de Planeta. Es el momento, esto está creciendo. La mejor editorial que hay en España ya lo vio venir. Sabía que había un mercado que estaba ahí y que muchas niñas empezaban a interesarse por el fútbol femenino, que algunas referentes empezaban a dejarse ver en las portadas, en los medios de comunicación. A mí, me la presentaron antes del Mundial y después del Mundial es cuando se demuestra que hay un tirón, que hay una conversación en redes sociales sobre fútbol femenino y un fandom creciente. Es una pena que con la pandemia se haya tenido que retrasar un año porque el año pasado hubiera sido un ‘bombazo’ pero ahora también es el momento justo.
¿Por qué crees que Planeta confió en ti para ello?
Me tenían un poco agendada porque ya habíamos hablado para hacer alguna novela, también sabían que no estaba interesada en el ensayo porque no me gusta. La propuesta me la hacen con cierto riesgo porque no sabían si yo iba a aceptar y, sobre todo, qué tipo de novela queríamos sacar adelante y si íbamos a tener el resultado que tenemos hoy, que es un trabajo de dos años en el que hemos dejado una novela bastante redonda, con ayuda de mis dos editores, Emili Albi al principio y Zoa Caravaca después. Creo que el resultado hace justicia al esfuerzo que hemos invertido todos.
De hecho, la historia tiene más chicha. Un día estaba mirando una cuenta de correo antigua que tenía de hacía años y vi un mail de Emili diciéndome algo como “bueno, si no estás interesada…” y pensé, “¿pero esto qué es?”. Cuando indagué, descubrí que me habían mandado otro hacía un mes proponiéndome hacer una novela sobre fútbol femenino. Maldije todo, se me escapaba el sueño de mi vida. Contesté, pedí perdón por el retraso y aquí estamos.
¿Cuánto hay de la realidad de Raquel en la realidad de una niña de hoy en día que solamente quiere jugar a fútbol?
Todo. Para hacer el personaje de Raquel me he basado en muchas porteras que conozco y que he entrenado y acompañado en equipos. He intentado hacer una novela realista. Es una portera de un equipo de Nacional pero que también es una realidad del fútbol femenino. Todo lo que yo conozco de mi experiencia con equipos de Nacional y Regional, de haber seguido la actualidad de estas categorías, de haber trabajado en los departamentos de prensa, de haber estado dentro de un vestuario, de un autobús, de post y pre partido, de los entrenamientos y día a día… me hace conocer mucho y muy bien a las jugadoras y sus ambiciones y sueños y poder basarme en ellas para darle personalidad a Raquel, que es un poco ‘especialita’ como todas las porteras, y de todas sus compañeras, desde la que quiere acompañar a Raquel en esa profesionalización para llegar a la élite hasta la que juega simplemente por divertirse, porque eso también es una de las realidades del fútbol femenino de las categorías más bajas. Hay jugadoras que tienen talento pero que lo ven más como una forma de hacer deporte, de estar con sus amigas y pasárselo bien que como una profesión.
En el libro mencionas a referentes en el fútbol femenino, por ejemplo, a Tirapu, quien prologa el libro, ¿qué significa que en la época en la que se encuadra el libro aparezcan estos nombres como referentes futbolistas?
El libro está lleno de citas de futbolistas hombres y, más o menos, en la mitad, justo en el centro de la novela, aparecen tres referentes futbolistas españolas. Las menciona un personaje que sí sigue el fútbol femenino. En el contexto en el que se enmarca la novela y las vidas de las niñas no ha habido referentes mujeres, sino hombres. Esto, al final, es fútbol. Lo que dice un jugador, un entrenador, un mito… puede servir para el fútbol femenino. Por eso no se hace distinción en la novela de fútbol femenino y masculino, se habla de fútbol.
Como digo, el libro está un par de pasos por detrás de la actualidad, y hace unos años no se veía a niñas hablar de referentes femeninos, sin embargo, este personaje que sí sigue el fútbol femenino es un poco esa transición hacia lo que vivimos hoy en día. Gracias a los medios de comunicación y a la inversión que se ha hecho, las protagonistas están cada vez más en boca de mucha gente, en anuncios, en campañas de márketing como María León con Levi’s. Poco a poco, las niñas empiezan a naturalizar y a entender a estas jugadoras como referentes. Cuanto más conocen su historia, más referentes son.
Sobre el prólogo de Ainhoa, ha sido un honor, como lo fue también que me ayudara a supervisar los detalles más pequeños que a mí se me escapaban. Ainhoa entiende bien la mente de Raquel, y Raquel aspira a ser una Ainhoa, es el círculo perfecto entre la ficción y la realidad. Poder crear un personaje que refleje de verdad lo que siente una portera cuando se pone debajo de los tres palos y mira al campo, y que cuando se lo enseñas a alguien que ha defendido 358 veces un escudo tan icónico para el fútbol femenino como lo es el del Athletic, le guste, es un verdadero placer.
En '13' parece como que todo fuera fácil, es decir, los compañeros apoyan a Raquel en todo momento, de repente llega alguien para explotar al máximo la sección femenina… ¿es ficción o realmente es tan fácil pero no se quiere conseguir?
Esto también es una realidad del fútbol femenino. Siempre nos hemos fijado en la parte mala, en lo que han tenido que pasar la generación de Quereda para que se les considerara futbolistas profesionales y todo el camino posterior para conseguir que se las tomara en serio. Las futbolistas españolas han luchado durante demasiado tiempo para cambiar las cosas, y lo consiguieron. Tenemos que dejar de hablar del fútbol femenino en pasado y centrarnos en el presente y el futuro, que pintan maravillosos.
De un tiempo a esta parte, y esto coincide con los años en los que Raquel empieza, sí que hay niñas que han jugado en equipos mixtos y que han jugado de tú a tú con sus compañeros hasta que han pasado al fútbol femenino. Sí que hay equipos que apuestan por el fútbol femenino y sí que hay mujeres que toman esa decisión para cambiar las cosas porque es el momento y porque saben que si no lo hacen ellas, no se cambian. Se me viene a la cabeza Yolanda Chamorro que se formó en el Oviedo Moderno y ahora es directora deportiva del Olímpico de León. Estas mujeres ya están llegando. Fíjate en Iraia Iturregi, que ha llegado a un banquillo tan importante como el del Athletic. Tenemos seis entrenadoras en Primera Iberdrola marcando el camino, eso ya no es casualidad. Las cosas están cambiando desde dentro y no todo es malo ya en el fútbol femenino.
"Estas mujeres ya están llegando. Fíjate en Iraia Iturregi, que ha llegado a un banquillo tan importante como el del Athletic. Tenemos seis entrenadoras en Primera Iberdrola marcando el camino, eso ya no es casualidad".
Estamos acostumbrados a quejarnos de cómo se ha tratado a las jugadoras pero también se les ha tratado bien, y tenemos que dar fuerza a ese discurso y valorar a quienes se han atrevido a tomar las riendas de una época nueva. Evidentemente, hay equipos en los que no se apuesta, en los que no se deciden a invertir, y eso también sale en la novela, en los rivales porque, por suerte, Raquel lo ha tenido relativamente fácil y tendrá un camino más abierto para llegar a la élite en el que conocerá a otros personajes que le harán entender que no todo el mundo ha disfrutado de su experiencia. Porque ahora mismo tenemos un escenario fácil para el fútbol femenino.
Raquel es una niña introvertida, obstinada, con una situación personal que la convierte en una adolescente disciplinada. ¿Qué tiene Raquel de Andrea? ¿Y Andrea de Raquel?
Para empezar, Raquel es portera. Las porteras son disciplinadas, obstinadas, perfeccionistas… todas las porteras que conozco son así. Para hacer la personalidad más interior me he basado mucho en gente que conozco. En mi sobrino, Raquel tiene mucho de Pedro; de algunas amigas y, sí, también de mí. Esa obsesión por el trabajo, en el caso de Raquel por el fútbol, en mi caso, por haberme leído la novela cientos de veces para dejarla perfecta. Algunas manías, como el ritual de los guantes, la música, el abandono de la vida personal para enfocarse en objetivos profesionales... Lleva un poco de mí y de gente a la que quiero y que quería que en esta primera novela estuvieran ahí.
¿Eres supersticiosa? ¿Por qué 13?
La primera novela que yo escribí –que me autoedité en 2008- empieza con la palabra "Trece’’. Es un número que me gusta mucho. No soy para nada supersticiosa pero ya que teníamos esa oportunidad de que a Raquel que es portera le pusiéramos el 13, era una buena oportunidad para ponerlo en la portada. Yo creo que puede traerme suerte, siempre me la ha traído. Quería que el título fuera un número y que explicara lo que hay dentro de la novela, es decir, la vida de una portera, y lo tenía muy claro.
Lo que abre el libro es una carta de la madre de una niña que sufre bullying por querer jugar a fútbol. Cada vez que publicas algo u opinas sobre fútbol femenino –entre otras cosas-, sobre su progreso y la importancia de valorarlo, etc. te saltan las patrullas de haters, ¿qué se puede hacer?
Creo que hay que contestarles. Ya lo escribí una vez, por cada padre que desvalorice o haga algún comentario peyorativo hacia el fútbol femenino hay una posible niña que no va a poder jugar a fútbol. Que siga pasando en 2021 es algo que me preocupa bastante. Los niños repiten lo que ven en casa y esto tiene que cambiar ya. Era algo que tenía claro que quería tocar este tema en la novela. No me quería meter muy a fondo. Luego conocí a
Sofía del Prado. Es una Miss Universo que jugó al baloncesto profesionalmente y que se dedica a dar charlas en colegios. Va con la excusa del baloncesto pero acaba hablando de
bullying porque cuando ella entra en una clase detecta qué niño está siendo abusado y quiénes son los abusadores, y lo identifica perfectamente porque lo ha sufrido. Me gustó mucho el ejemplo de convertirse en referente gracias a su labor en el baloncesto pero también en su labor en los colegios para ir cambiando estas situaciones. Es un ejemplo que se debería seguir con las futbolistas para cambiar estos pensamientos de los niños no solamente en contra del fútbol femenino sino también en contra del deporte femenino en general, esos niños que se siguen creyendo los dueños del patio y ya no lo son.
También quería que arrancara así para que Raquel valorara que a ella no le ha pasado y reflexionara sobre por qué ocurre. Quería hacer ese viaje con ella para que viera cómo ha evolucionado su vida y lo bien que le ha ido pero que se diera cuenta que a otras niñas no les fue bien y no les va bien.
La mejor e idílica solución sería que el fútbol femenino y el masculino convivieran. No creo que hablemos de una igualdad de contextos porque sería engañarnos. Pero, ¿cómo pueden convivir el fútbol masculino y el femenino?
Para cambiar eso, tendríamos que cambiar los dirigentes que no tienen ningún tipo de interés por el fútbol femenino porque no lo pueden explotar económicamente como a ellos les gustaría o como están acostumbrados a tratar al deporte masculino. Pero yo creo que va cambiando, tenemos un claro ejemplo en el Barcelona. Considero a Laporta una persona inteligente quien ha llegado este año poniendo una camiseta morada para honrar al femenino porque sabe que es el momento y que si trabajas las cosas bien, vendes. Y aunque solo sea por el modelo económico, el resto de clubes le van a imitar.
Los que están arriba, los que mandan, solo piensan en números, no piensan ya en el espectáculo, en el desarrollo del deporte, piensan en la rentabilidad que les puede ofrecer una inversión. Luego está la otra parte, los que no quieren verlo, como Presa que sigue amarrado al “esto no funciona” porque no le interesa absolutamente nada, no sabe ni cómo se llama la primera división femenina. ¿Tenemos que librarnos de ellos? Sí ¿Nos libraremos? Vamos a tardar mucho.
Sin embargo, hemos visto en este país que si se trabaja con mujeres en los departamentos de dirección las cosas cambian, tenemos el ejemplo del Eibar, del Elche, son ejemplos de clubes en los que hombres y mujeres trabajan codo con codo, incluso las mujeres toman un papel de mayor peso, se estudia en universidades el sistema financiero que han establecido para rentabilizar un equipo muy modesto. Poco a poco se irá rompiendo este ‘techo de césped’, las mujeres entrarán poco a poco en esa toma de decisiones y se apostará el fútbol femenino de una manera distinta, no igual porque nunca va a ser igual pero sí distinta y mayor.
Como ya hemos comentado, Tirapu escribe el prólogo del libro. Tirapu que se retiró en tiempos de pandemia, siendo una leyenda del Athletic. La lucha de Tirapu es de las que han hecho que historias como la de Raquel sean realidades ahora y se consiga el aclamado convenio. El discurso de Tirapu en el Congreso quedará para la historia. Pero no olvidemos que este acuerdo, el cual también se nombra en el libro, en muchos casos, como el reciente con el Rayo Vallecano, sigue sin cumplirse. ¿Por qué?
Estamos en un buen escenario, aunque a veces nos desesperemos porque no lo parece. Hay que trabajar mucho, pero se está trabajando ya. Si, como comentaba antes, algunos dirigentes piensan que esto no da dinero, otros saben que esto da mucho dinero y no lo quieren soltar. Tenemos las mismas guerras de siempre con los derechos audiovisuales, los patrocinadores… nadie quiere soltar el dinero que ha dado el fútbol femenino estos últimos años. La Federación no lo quiere soltar y la Liga lo tiene cogido y tampoco lo va a dejar salir. Tenemos muchos problemas, pero benditos problemas que surgen porque esto crece y no para. Solo queda trabajar y que no cometan errores trabajando, que es lo que a mí más me preocupa, porque al final las prisas no son buenas consejeras.
"La Federación no lo quiere soltar y la Liga lo tiene cogido y tampoco lo va a dejar salir. Tenemos muchos problemas, pero benditos problemas que surgen porque esto crece y no para".
Como decía, el libro se escribió hace dos años y se habla un poco de ese convenio que dos años después ya está. Ahora, lo que no hay que descuidar son las categorías inferiores, viene una reestructuración durísima con otra categoría más por en medio. Hay equipos y jugadoras que se van a quedar por el camino y no hay que olvidarse de ellas. Por ejemplo, un equipo que está en segunda, puede empezar la próxima temporada en cuarta división. Es muy duro y va a traer consecuencias. No podemos olvidarnos de los clubes que han estado ahí siempre, que han estado peleando por crecer, por llegar a la élite, por beneficiarse del fútbol femenino económicamente después de la inversión que han hecho. Mi temor es que al final alguien se quede por el camino cuando esto, por fin, empieza a dar frutos.
¿Qué va a pasar con Raquel?
Está a punto de conseguir su sueño. No sé si habrá segunda parte. Tenemos que ver la acogida que tiene esto y ver si a la gente le gusta tanto Raquel como me gusta a mí, y si quieren seguir acompañándola en este camino a ser futbolista profesional, que al final es el sueño de muchas niñas y no todas llegan.
¿A quién va dirigido '13'?
Está en la dedicatoria, a todas las niñas que quisieron ser futbolistas. A las que lo consiguieron, a las que me enseñaron cómo era, a las que se quedaron por el camino y nunca pudieron jugar. A todas las niñas que salían al parque, al patio, a la calle con un balón y se imaginaban un estadio, y muchas veces no se imaginaban en un estadio porque no sabían que se podía.
Creo que hay muchísimas niñas en este país que sí tenían ese sueño de jugar a fútbol, y cuando puse la dedicatoria el otro día, me escribieron unas cuantas. Ya fuera porque no vivían en una ciudad grande o porque no había equipo para ellas o, simplemente, porque no habían visto jugar a chicas se quedaron ahí. Raquel quería jugar a fútbol porque veía a los chicos jugar a fútbol y le gustaba. Tuvo la suerte de poder jugar en un equipo de niños en el que jugaba otra niña, y de ahí seguir creciendo y poder demostrar que lo que quería era jugar a fútbol y disfrutar. Pero ha habido muchas niñas que no tuvieron esa suerte, y lo que más me gustaría es que este libro fuera para ellas. Para que conozcan el fútbol como lo he conocido yo, que tampoco jugué a fútbol en mi vida, pero sí que con 25 años empecé a ir a los campos, a entrar en equipos, a conocer historias, y al final, no he sido futbolista pero he estado muy cerca del fútbol. Esto no lo puede hacer todo el mundo pero con esta novela lo podrán vivir un poco.