Ha sido una de las futbolistas más regulares de la competición. Equilibrio en el campo y madurez en el verde y fuera de él. Renovó recientemente con el club gallego y no duda en decir que es feliz allí.
¿Cómo estás pasando la cuarentena?
Dentro de lo que cabe bien. Al final, yo soy muy de estar en casa, no noto mucha diferencia porque en Coruña lo que hacemos es entrenar y solemos llegar bastante tarde a casa, tampoco tenemos mucho tiempo para nosotras. Obviamente hay días mejores y peores, echas de menos a la gente y demás, aunque dentro de lo que cabe, bien. Lo más importante es que nuestras familias están bien eso es lo que importa.
Antes echabais de menos a la familia y ahora estáis con vuestra familia y echáis de menos los entrenamientos.
Sí, la verdad es que sí. Cuando entrenamos lo decimos, que al final estamos cansadas de vernos todas las semanas a todas horas y ahora nos echamos de menos.
Además en una temporada que estaba siendo casi perfecta.
Sí, es verdad que tenemos un poco de miedo, incertidumbre por saber cómo termina esto, porque estábamos haciendo una temporada que nadie se esperaba y viendo el partido que hicimos en el Teresa Herrera muchísimo menos. Creo que estamos haciendo las cosas bastante bien y tenemos miedo de que esto lo empañe, pero el año que viene intentaremos hacerlo igual o mejor. Esta temporada la vamos a recordar a pesar de esto y sobre todo, yo creo también lo recordará el deportivismo.
¿Cómo fue el debut en Primera?
Yo creo que para las chicas más jóvenes, que no habían debutado aún en primera, era un sueño hecho realidad porque al final en el fútbol femenino entras muy pronto en la élite, es un salto muy grande. Nosotras el año pasado en segunda casi no competíamos en toda la Liga. Para mí, personalmente, volver a jugar en primera división era uno de mis sueños, lo tenía pendiente desde que salí del Oviedo Moderno. Sabía que en el Depor lo iba a cumplir. Fue un alivio, y ese sueño de volver a reencontrarte con sentimientos que te dan alegría, ese nerviosismo de jugar contra las mejores en los mejores campos. Nosotras tuvimos la suerte de que Abegondo se llenó para el debut en primera. Fue un partido para recordar que nos va a quedar para siempre.
¿Qué te ha sorprendido de la máxima categoría?
A lo largo de los años se están igualando los equipos en cuanto a nivel físico, técnico, calidad... sí que es verdad que el FC Barcelona está un peldaño por encima, eso hay que reconocerlo, los números están ahí, pero a lo largo de los años se ha ido igualando. Siempre hay un equipo que está por encima de todos y este año, quitando al Barça, los demás equipos estamos compitiendo por igual. Es cierto que hay equipos que de cara a la galería tienen futbolistas con cartel de estrella e internacionales pero a la hora de competir prácticamente no se nota, se compiten todos los partidos. Eso es algo muy positivo para el fútbol femenino y la liga.
¿Dónde crees que está la clave para el crecimiento del fútbol femenino?
Yo creo que la evolución del fútbol femenino está en la ilusión que tenemos. Somos totalmente diferentes a los chicos, lo nuestro es un fútbol romántico, la mayoría de nosotras no jugamos por dinero, jugamos por lo que nos gusta, por lo que para nosotras significa este deporte. Eso luego en el campo se transmite.
¿Hay alguna jugadora en concreto que te haya sorprendido?
A mí una jugadora que siempre me ha gustado muchísimo es Claudia Zornoza, me parece una mediocentro espectacular. Me ha sorprendido Maitane, ya había coincidido con ella en temporadas anteriores, apuntaba a ser una de las mejores mediocentros y yo creo que lo está demostrando. Han sido muchas las que me han sorprendido, incluso del Deportivo. Muchas jugadoras han destacado y han demostrado su calidad, como por ejemplo María Méndez, Sullastres también ha vuelto a un nivel increíble, Teresa Abelleira, Cristina... muchísimas que la gente no las ve o no se esperaba el nivel que están demostrando y que tienen calidad de sobra para estar ahí arriba muchísimos años más.
¿Y tus referentes?
Mi referente ha sido siempre Vanesa Gimbert, la sigo desde que era mediocentro y hasta que la retrasaron a central. Gimbert, Zornoza y Silvia Meseguer, con la que me identifico mucho por la posición.
Ahora habéis pasado a ser referentes vosotras, ¿has notado algún cambio respecto a años anteriores?
A mí me encanta ver fútbol pero sobre todo, me encanta ver fútbol femenino porque es una manera más de aprender. Veo fútbol masculino, pero sin prestarle tanta atención. El fútbol femenino me llama muchísimo más la atención. En el Deportivo nos conoce mucha gente, nos paran niñas, padres... estamos yendo a entrenar y nos halagan.
¿Qué importancia le das al cambio de referentes de cara al crecimiento del fútbol femenino?
Este crecimiento es gracias a nosotras, pero también es gracias a las futbolistas que vienen trabajando de antes. Antiguamente no había tanta visibilidad y había muchísimas jugadoras con calidad. Ahora la gente se fija más en nuestros partidos. Tenemos la suerte de que se está inculcando en educación la igualdad en el deporte, que todos podemos practicar el mismo deporte y que todos somos válidos para todo, yo creo que es una de las bases, la educación. Los padres tienen mucho que ver en eso.
En el Deportivo Abanca te estás convirtiendo en un claro modelo a seguir para las niñas. Llegas en 2017, cuatro temporadas vistiendo ya la camiseta del club gallego, has renovado hace poco siendo además de las primeras en hacerlo. ¿Por qué el Deportivo?
Cuando me fui al Deportivo me costó muchísimo tomar la decisión porque en el Oviedo Moderno había conseguido prácticamente todo, menos el ascenso en el campo. Es cierto que ascendimos una vez a primera, pero fue por otros motivos. Me decanté por el Depor porque pensaba que ya estaba un poco estancada en el Oviedo, que no podía dar más de mí. No podía continuar ahí porque sabía que iba a jugar sí o sí, por eso necesitaba cambiar de aires, conocer otras experiencias. Al Depor llegué un poco asustada. Dije dónde me he metido cuando llegué. Veía que había gente con una calidad tremenda y yo no veía que la tuviera. Manu y Pablo apostaron por mí, estoy súper agradecida por ello. Yo no soy una jugadora muy técnica, soy más de trabajo y de no parar de correr durante todo el partido. Me decanto por el Deportivo cada año porque me han tratado siempre como una más, como a los chicos. Nos cuidan como si fuésemos sus hijas. Siempre he dicho que donde eres feliz para qué vas a irte.
¿Está en el atrevimiento la clave de tu crecimiento personal?
Sin duda. Cuesta mucho dar el paso pero hay que darlo. El primer año para mí fue muy duro porque me fui para ascender a Primera y no lo conseguí. A día de hoy estoy en Primera, pero miro para atrás y sé que mereció la pena, que he aprendido un montón de cosas nuevas, he madurado como jugadora y como persona. Me ha merecido la pena sin ninguna duda.
¿Con qué momento te quedas de todos los vividos?
Con el ascenso, porque además el día anterior había sido mi cumpleaños. Siempre me los pasaba fuera de mi casa cuando era la fase de ascenso y siempre la perdíamos, y claro, jugarla fuera de casa, siendo tu cumpleaños y ganarla...
En cuanto a momentos, dos relevantes, ambos en Copa de la Reina: eliminatoria en Riazor y el Johan Cruyff.
El partido contra el Valencia en Riazor fue espectacular porque habíamos tenido experiencias previas en el Teresa Herrera y casi no había ido gente a vernos. A nosotras nos decían que había que abrir Riazor para nosotras y preferíamos jugar en Abegondo porqué nos sentíamos más arropadas por la gente. En el partido de Copa se abrió Riazor y la afición estuvo de diez, no esperábamos que viniera tanta gente. Estar jugando en un estadio así y que te apoye toda la gente es algo que ya lo habíamos vivido contra el Bénfica, pero con nuestra afición no. Fue algo espectacular. Para el deportivismo fue histórico.
Contra el FC Barcelona estuvimos muy jodidas, pero el fútbol es así: unas veces te da y otras te quita. Luego llegó el partido contra el Tacón, y también en esos últimos minutos remontamos y lo celebramos como si fuésemos a ganar la Champions (entre risas).
Caerse y levantarse.
Manu siempre nos dice el fútbol es así, esto ya es pasado, hemos ganado o hemos perdido pero hay que continuar la semana, y el domingo tenemos otro partido para seguir. Al final tenemos esa mentalidad. Pase lo que pase, sea bueno o malo, tenemos que seguir trabajando y mejorando para conseguir nuestro objetivo, que en un primer momento era la permanencia y ahora estábamos peleando por quedar en el cuarto puesto. Estábamos bastante bien.
¿Crees que -vista la temporada que habéis hecho- de cara al año que viene, se cambiarán totalmente los objetivos?
Depende de cómo acabe esto, las incorporaciones y demás, pero nuestro objetivo siempre va a ser la permanencia. Al final somos un recién ascendido, no tenemos el presupuesto que tienen otros clubs. Conseguir la permanencia, y de ahí a seguir escalando posiciones, como este año. Creo que tampoco nos tenemos que venir arriba, sin creernos más que nadie ni menos que nadie. Ser trabajadoras y constantes durante la liga para alcanzar lo máximo posible.
Para finalizar, eres una de las futbolistas que ha creado la campaña #JuntasVenceremos
Queremos alcanzar el objetivo de recaudar veinte mil euros para donarlo a la lucha contra el Coronavirus. A nosotras nos llegó por mediación de una de las capitanas del equipo, Alba Merino. Nos reenvió un mensaje de Vicky Losada y algunas decidimos que queríamos colaborar. Yo, personalmente, intente hacerlo lo más rápido posible porque son cosas que suman. Todo lo que sea por el bien de todos, bienvenido sea. Seguramente se sumen algunas más al proyecto, estamos muy contentas de poder ayudar en lo que se pueda y espero que se consiga pronto el objetivo.