Irene Ferreras hace balance en Futboleras de su primera media temporada en el Depor Abanca, aspirante al ascenso a Liga F
Irene Ferreras (Fuenlabrada, 1989) hizo las maletas el pasado verano de 2022 rumbo a A Coruña para afrontar con ilusión y ambición el reto que le presentó el RC Deportivo en la nueva Primera RFEF.
Tras su formación en el Olímpico de Moratalaz, FF La Solana, Rayo Vallecano, como club consolidado en Primera División, y las experiencias en Valencia CF y Real Madrid (como segunda entrenadora), firmaba por el Depor en su regreso a la Segunda División española. Una vivencia nueva tras cuatro temporadas en la máxima categoría nacional.
La entrenadora madrileña hace balance en Futboleras de los primeros siete meses en Abegondo y analiza la situación de
la nueva Primera RFEF, así como la apuesta del RC Deportivo por el femenino y de los clubs deportivos en general por una entrenadora.
El Depor defiende la cuarta posición de la liga con 37 puntos, 11 victorias, 4 empates y 5 derrotas, empatado con la SD Eibar, en una ajustadísima clasificación. El Cacereño Femenino, con 38 puntos, y el Granada CF, con 34, son los rivales más directos de las gallegas. Además de AEM (33) y Osasuna (32).
Tras un intenso inicio de año, llega un frenazo de dos semanas y hasta este mes de marzo no regresa la competición. ¿Convive de forma positiva con estos parones Irene Ferreras?
A veces es bueno desconectar un poco, ya que sino la cabeza no rinde. Aprovechamos que no hay tanta carga de trabajo para hacer balance y análisis.
¿Vendrá bien a nivel de vestuarios?
A las jugadoras les vendrá bien también. Por mucho que te guste el fútbol, también buscas estar con los tuyos, desconectar y más aún en un contexto donde las jugadoras están lejos de sus casas y se necesita ver a la familia. Desconectamos para volver a conectar.
Además se produce en una dinámica de dos derrotas seguidas.
Siempre te quieres ir con buenas sensaciones, y el factor más importante suele ser el resultado. Cuando se produce la situación negativa, tienes dos formas de irte al parón: dándole vueltas a lo que ha ocurrido y lamentarte con sensación de derrota, o mirar de volver con otra energía tras estas dos semanas.
Siempre que ha venido un parón, a las jugadoras les ha venido bien. Tener estos pequeños descansos, al organizar la liga por bloques, vendrá bien. Desde el primer día ya transmitimos a las jugadoras que nuestro estado de ánimo no puede depender de un resultado. Tenemos que ser capaces de transmitir todo lo bueno que hay, sin volvernos locos. A veces, un pequeño detalle te afecta a la estabilidad. No se trata de afrontar el siguiente partido con la lastra de algo que no salió bien.
¿Entraríamos ahora en este último bloque de la temporada para fijar el objetivo final?
Nos quedan aún dos bloques (se ríe). Me gusta vivir las cosas en pequeños pasos. Cuando uno quiere abarcar un objetivo muy importante, a veces abruma, queriendo ver algo que aún está muy lejos.
¿En el momento que firma Irene Ferreras por el Depor, en el club dejan la referencia de la pasada temporada? “Debemos culminar el regreso a Primera División”
El club fue la clave para que yo viniera aquí. A nivel de trabajo, infraestructura, medios…más allá de las limitaciones que pueda tener una entidad,
el Depor presentaba un contexto en el que se podía generar una situación a medio/largo plazo.
No hay una exigencia vital por regresar a Primera División en una media de corto plazo de tiempo y para mí lo importante era que se valorara mi implicación y trabajo. A veces vamos a lo sitios con cierta exigencia, cuando también se necesita cierto margen de pozo. En el fútbol se me plantea un proyecto que pueda llegar a Primera División, pero con un proceso que se ajuste a nuestra idea y con coherencia. Ahora estamos dando los pasos adecuados y veremos si nos da para lograr ese objetivo este mismo año. Estamos haciendo las cosas bien.
¿Ve que la implicación y apuesta actual del Deportivo está por encima de otros clubs históricos?
No hay duda que el trato y el aliciente que tiene este club hacia el primer equipo femenino y la base es positivo. Es un club que, independientemente de la cuantía económica, ofrece un servicio y un trato excelente, a jugadoras y a cuerpo técnico. He estado en diferentes sitios y hay pequeñas cosas que a veces no son tan pequeñas y no se valoran tanto. Los servicios médicos, por ejemplo, me parecen los mejores donde haya estado, por el cuidado que tienen por las jugadoras, la preocupación, las facilidades…intentamos aprovechar los recursos y darles una alegría pronto.
¿Se encontró la plantilla ya confeccionada cuando llegó a A Coruña?
Bueno, habían movimientos cerrados y otro por decidir. Sí que había cierto porcentaje de la plantilla ya cerrado, pero estoy muy contenta con las jugadoras que forman el equipo. Aunque la dirección deportiva es quien toma las decisiones, me he sentido valorada porque se me ha escuchado y se ha construido un equipo a partir de lo que ho tenía en la cabeza.
¿Le ha sorprendido alguna jugadora en positivo?
La mayoría del equipo ya lo tenía controlado. No es una cuestión de sorpresa, ya que era consciente de la capacidad de cada jugadora. La jugadora que menos controlada tenía era Hennar, pero sí había tenido muy buen feedback por entrenadores que habían competido contra ella.
En cuestiones más deportivas, se está viviendo una Primera RFEF muy igualada, ¿Qué se necesita para intentar coger distancia con el resto de aspirantes?
Son partidos. Cada partido va al detalle, que a veces se trata de controlarlas y poco a poco se irá corrigiendo y controlando con la experiencia. Al principio es complicado tener ese pozo y gestionar las situaciones de los partidos.
Tratemos los orígnes de Irene Ferreras, ¿Qué le llevó a ser entrenadora?
Las circunstancias que se han ido dando. La verdad que no era uno de los objetivos prioritarios cuando yo tenía 20 años. Siempre me he interesado por el mundo de la formación y es el ambiente que he vivido, estar siempre ligada a un calendario de competición y que tu vida vaya ligada a eso. Al principio era por vocación, y la evolución y crecimiento me ha llevado a poder vivir de esto. Ojalá pueda decir durante muchos años que soy entrenadora.
Ha estado en Primera División y está viviendo el crecimiento de la Primera RFEF, ¿existe desconocimiento del mercado en las categorías que están por debajo de la máxima división?
Con este formato actual se ha filtrado mucho. A veces hay jugadoras que conviven en una categoría que no les corresponde, ya sea superior o inferior, pero por la tendencia e inercia de su trayectoria deportiva ha desarrollado su carrera en una categoría u otra.
Con este formato se ha filtrado mucho y me ha sorprendido gratamente el nivel de la Primera RFEF, a pesar que estoy acostumbrada a otro nivel por mi trayectoria deportiva. Existe diferencia en ritmo y técnica, pero no es la Segunda División antigua en la que yo he jugado. Se acerca bastante a Primera División. La Primera RFEF 2022 – 2023 es muy atractiva y esta igualdad genera interés. Hemos pasado de tener siete ligas en Segunda con niveles muy diversos a una Segunda División más pareja y de mayor nivel.
¿El buen hacer de las entrenadoras compañeras de profesión acompaña a que los clubs acaben de dar el paso en apostar por una mujer en sus banquillos?
Las entrenadoras que hacen buen trabajo y se hacen visibles sus logros, como pueda ser el caso de Natalia Arroyo o María Pry, allana mucho el camino. A veces parece que la mujer tiene que demostrar mucho más y tenemos el punto de mira de una manera especial. Esa es la realidad. El buen hacer de una compañera abre la puerta a muchos clubs, y se demuestra que no es una cuestión de género sino de preparación. Es fundamental tener la responsabilidad de hacer buenas temporadas así como se reconozca el trabajo que hacemos para que se quite el estigma “las mujeres no tiene cabida en los banquillos”.