Elena Julve, la atleta que volvió a ser futbolista en el Levante Las Planas

El Levante Las Planas lo está volviendo a hacer. Está volviendo a revelarse en la Liga F, siendo el club más humilde de la categoría y con uno de los proyectos deportivos más bien trabajados y consolidados de la primera división del fútbol femenino español. Parte de culpa en la parcela ofensiva del equipo de Sant Joan Despí lo tiene Elena Julve (Santa Coloma de Gramenet, 2000). Uno de los puñales de la liga y también una de las jóvenes de la competición en constante crecimiento.

Y es que a pesar de tener tan solo 22 años (cumplirá 23 en diciembre), la extremo colomense no empezó a practicar fútbol federado hasta los 12 años, tras una dilatada trayectoria en el mundo del atletismo. La UCA (Unió Colomenca d’Atletisme) fue el primer club deportivo de la jugadora del Levante. “Yo empecé a practicar atletismo con los amigos, además que mis padres eran corredores. Me dejé guiar por los amigos y la verdad que fue todo un acierto ya que adquirí muy buena técnica de carrera”.

Seis años explorando su potencial físico - desde los 6 años hasta 12 – le han valido a Julve para explotar en la actualidad un tronco inferior privilegiado, siendo la mayor virtud que le ha llevado a la élite del fútbol español: “Tanto compañeras como cuerpos técnicos ya destacan que soy puro músculo. Ahora estoy trabajando esta virtud y lo estoy explotando”. 

Tras un año de coqueteo con el fútbol en el CD Arrabal, el club de su barrio, el CE Sant Gabriel fue el escaparate que le permitió curtirse en el campo y exhibir su carta de presentación en Primera Nacional, aún en edad Cadete – Juvenil. La llamada del RCD Espanyol fue el momento exacto en el que dio el salto al fútbol profesional de primer nivel.

 “En el Espanyol fue donde realmente noté una diferencia física increíble con las rivales. El salto de Primera Nacional a Primera División es muy grande. Para mí fue un reto dar el salto a Primera y ver que se tenía que dar otro paso al frente. A pesar de las diferencias, mi estado físico me valía para poder competir. Cuando llegué al Levante Las Planas fue cuando empecé a trabajar aún más el físico, la alimentación y ahora soy mucho más consciente de todo lo que se puede trabajar para potenciar mis virtudes y mi condición física y genética”, describe Julve.

Su estancia en el club perico fue una vorágine enorme y un contexto muy complicado de saber digerir ante tanto cambio, novedad y constante subida. “Desde que llegué al Espanyol, mi crecimiento ha sido muy grande. Desde dar un salto muy rápido al primer equipo a ser convocada para el Europeo con la selección española. Después se diluyó la confianza y me encontré en una situación complicada de no saber si sería positivo bajar una categoría. Finalmente, venir al Levante Las Planas ha sido una decisión muy acertada. Es la mejor decisión que he tomado en mi vida”.

Y vaya que si lo fue. Junto Irina Uribe, las hermanas Nuria y Pilar Garrote, Yasmin Mrabet y la propia Julve, el Levante ha maravillado de Reto Iberdrola a Liga F y ha permitido que la extremo volviese a maravillar en el primer escalón nacional. “Por estructura de club, el Levante es una entidad de barrio pero que apuesta plenamente por el femenino y se nota. Aquí he vuelto a recuperar la confianza en mí y he vuelto a ser futbolista. Estoy en mi mejor momento como jugadora y en proceso de crecimiento constante. Soy muy exigente conmigo misma”, relata en Futboleras.

La delantera del Levante espera dar un paso aún más adelante esta temporada en Las Planas y explotar en su mejor campaña que vislumbra en el horizonte: “Aún tengo margen de mejora y en el Levante lo puedo conseguir. He tenido la oportunidad de aceptar nuevos retos, pero quiero pensar en este año y seguir mejorando”.