Análisis jornadas 1 y 2 en Primera Iberdrola: del dicho al hecho

Nos agarramos porque como se publicó en el pasado ‘Querido fútbol’ del sábado, no sabemos ya a qué agarrarnos para evitar caer en el pesimismo más profundo. 

Y aquí estamos, preparando otra jornada sin saber más de lo que sabemos a menos de 24 horas antes de que empiece. Lo demás, lo poco que podamos ver y lo que nos cuenten en los perfiles oficiales lo podremos utilizar de salvavidas. De momento, solo nos quedan, otra vez, goles y aguantar el tipo. 

Ya hemos comprobado que este es un dicho muy español (y mucho español que se decía por aquel entonces) y que los equipos lo llevan a ‘rajatabla’. Lo hemos visto desde la primera jornada.

Las vigentes defensoras del título abrieron la temporada manteniendo la línea frente al Granadilla, y no simplemente aguantaron el tipo sino que lo están elevando a la máxima potencia con las nuevas incorporaciones.

El Atlético femenino se preparó para volver a donde siempre había dejado huella, y se unió a la manita azulgrana marcándole otros cinco goles al Rayo femenino. Un Rayo femenino al que se le está haciendo cuesta arriba el inicio de temporada debido a las guerras fuera del campo, pero que lo de aguantar ya lo conocen de sobra, no les den por perdidas tan rápido que las armeras tienen mucho tipo. 

Los partidos del domingo fueron de gloria y revelación. El tempranero fue uno de los encuentros para olvidar por una de las dos partes pero, sin duda, para disfrutar por la otra. Quien vio el partido sabe de lo que hablamos pero, con permiso y porque la ‘cabra tira al monte’ (otro dicho muy español), aquí se va a destacar el papel sobresaliente de una de las jugadoras granotas. 

Hagamos un pequeño flashback, hace un par de años, cuando el Fundación Albacete (Funda) estuvo en primera división, se vio la representación gráfica de este dicho. Era el último partido del Funda en la categoría, ya que en la última jornada, cuando toda la parte baja de la tabla se jugaba la permanencia, ellas fueron las que no pudieron mantenerse. Pero no es este el hecho que hoy nos acontece. Esa misma temporada, el 10 de marzo de 2019, se abrió (una de las pocas veces que ha ocurrido en la historia del fútbol) el estadio Carlos Belmonte de la ciudad manchega de Albacete para que el equipo femenino jugara. Se enfrentaba al Valencia. Un partido que saldó el Valencia femenino por dos goles a favor. Sin embargo, la actitud de alguien allí empezaba a verse. Vimos como se llevaba el equipo a la espalda y recogía el relevo de la capitana veterana, una niña de 22 años que, por primera vez, jugaba en aquel estadio. Con 22 años supo que su lugar estaba en esa categoría y dejando atrás al equipo de su vida, al acabar la temporada marchó a tierras levantinas. 

El año pasado fue el año de su transición, al que todo el mundo tiene derecho. Fue de menos a más, hasta ser, ahora, una de las indiscutibles en la lista de la selección. La semana pasada vimos un doblete y una asistencia suyos en los cuatro goles que marcó el Levante femenino al Real Madrid femenino. Uno de los goles con más calidad técnica de toda la jornada acabó en sus botas gracias a una perfecta combinación grupal. Sin duda, aquella niña que cayó derrotada en el Carlos Belmonte aguantó el tipo para remontarse personalmente, sabiendo que no le quedaría grande el brazalete de capitana. De hecho, es una de las elegidas para llevarlo esta temporada en el Levante. Esto se leía en la cuenta oficial del Levante después del partido: 

Y ¿quién no?

Ñoñerías a parte, unas que también han venido a dejarnos con el tipo bien apretado son los dos equipos ascendidos. El Deportivo Alavés abrió la lata contra un Betis que venía con ganas de revelación pero que después de empatar el partido se vieron mermadas por el gol de Urru ,y sin sumar. Y, por la parte mediterránea, el Villareal consiguió agregar su primer punto en la categoría reina bajo el sol onubense. 

Uno de los partidos más peleados y con vaivenes para ambas porterías fue el que se saldó en Unbe, con premio para las locales, peleando un 3-2 de categoría para empezar el curso con ganas.

Los últimos cuatro equipos que cerraban la jornada también querían unirse a la fiesta de los 22 goles que ya llevábamos en tan solo una jornada. La Real Sociedad vio portería la friolera de cuatro veces en casa, frente a un Valencia que consiguió acortar distancias pero que no supo cómo hacer frente al vendaval txuri-urdin. 

Para acabar, el Athletic terminó de fraguar su magnífica pretemporada empezando la temporada –valga la redundancia- con una victoria en la que las de Iturregi sufrieron durante el primer tiempo pero que pronto aliviaron los temores y marcaron dos goles al Madrid CFF.

Después del golaveraje que lleva ya la liga con tan solo una jornada, nos amarramos a la segunda con más ganas de gol, ¿por qué no? Si es lo único que nos queda.

El Betis, que estuvo a poco de puntuar la semana pasada, recibe a un Barça que ya cuenta con un total de cinco tantos. El Sevilla recibe a un Levante que, a pesar del resultado de Champions, han demostrado que pueden jugar de tú a tú a los mejores de Europa. En la comunidad valenciana se sirven dos partidos más que interesantes con visitas de ambas puntas del territorio. Por un lado, el Villareal recibe a un Eibar muy enchufado, mientras que el Valencia, que necesita remontar, abre las puertas del Ciutat de Valencia Antonio Puchades para un Sporting de Huelva que llega con la misma necesidad. Dos grandes derbis tenemos el domingo, el madrileño con Atlético de Madrid marcando goles a ritmo de póker y un Real Madrid que llega con el ánimo por las nubes después de la gesta histórica conseguida al eliminar al Manchester City. El derbi vasco es otro de los grandes de nuestro fútbol femenino español, ambos equipos vienen enchufados y con nuevas caras que empiezan a entenderse con las que ya contaban tanto Iraia como Natalia. 

En Vallecas reciben al rebelde Deportivo Alavés y Madrid CFF viaja para jugar con el cambio horario tinerfeño del Granadilla. 

Conoce todos los horarios y dónde ver los partidos aquí.

Recuerden que del dicho al hecho hay un trecho y que las palabras se las lleva el viento, y lo que queda siempre son los actos. Y, una jornada más, las únicas que cumplen con su palabra siguen siendo, cómo no, ellas. Gracias.